Mantener en perfecto estado de conservación los miles de viales que hay repartidos por la ciudad no resulta una tarea sencilla. Menos aún si el mantenimiento no es siempre una prioridad y eso se traduce en que las necesidades estén muy por encima de los recursos económicos que se habilitan y las actuaciones se tienen que reducir, y tampoco siempre, a aquellos lugares que precisan de un arreglo urgente. El área de Vías Públicas del Ayuntamiento de Burgos acaba de elaborar un listado en el que figuran las necesidades más acuciantes y donde figuran hasta 41 tramos de 31 calles en las que es preciso intervenir cuanto antes para reparar el firme.

El recién estrenado concejal de Vías Públicas, Julio Rodríguez-Vigil detalla que los servicios técnicos del área estiman que el arreglo de todas estas vías exigiría un desembolso de unos 2,5 millones de euros. Una cifra muy superior a los alrededor de 640.000 euros de los que dispone el Ayuntamiento cada año para realizar tareas de asfaltado.

Estas cifras vienen a decir que para que el Consistorio repare el firme de todas aquellas calles que precisan de su arreglo se debería de destinar el dinero de 4 ejercicios. En otras palabras, es el equipo de Gobierno el que debe de priorizar entre unas actuaciones y otras. Porque alguna, necesariamente, no se ejecutará, en el mejor de los casos, hasta 2025.

El nivel de gasto que realiza cada año el Ayuntamiento está lejos de los 800.000 euros que, como mínimo, dedicaba en las épocas de vacas gordas. Antes de la crisis de 2010.

Fue después, en el primer mandato de Javier Lacalle como alcalde cuando se tuvieron que realizaron los sacrificios más importantes. Valga de ejemplo que en 2013 solo se pudieron destinar 290.000 euros y en 2012 no se superaron los 150.000.

Este 2020 será excepcionalmente anómalo ya que no está previsto gastar dinero en la campaña de asfaltado. Aunque aquí, se debe achacar a que no se ha podido formalizar el contrato a tiempo.

En el listado elaborado por el área de Vías Públicas se aprecia que buena parte de las necesidades se agolpan en los polígonos industriales. Se trata de lugares muy expuestos ya que por ellos transitan muchos vehículos pesados, si bien es cierto que existen algunos viales que llevan demasiados años esperando en la lista de espera a que llegue su momento.

Del polígono de Burgos Este figuran calles como Padre Arregui, Alcalde Fernando Dancausa, Labradores (en La Ventilla), La Bureba, la Meseta, la Ribera e incluso Carretera Poza. Lugares, en algunos casos, a los que a la falta de mantenimiento en el asfalto se suma el deterioro generalizado de la urbanización. Es cierto que en los últimos años se ha producido algún avance con la mejora de Alcalde Martín Cobos, aunque aún no se ha completado.

En el otro gran polígono, el de Villalonquéjar, también hay necesidades ya que el listado municipal recomienda actuar en López Bravo (para eliminar baches) y actuaciones más contundentes de fresado y de reposición del firme en Merindad de Castilla La Vieja, Merindad de Montija o avenida de Villalonquéjar. Donde sí está previsto actuar es en la calle Valle de Mena, en una intervención que también afectará al resto de la urbanización.

En el resto de la ciudad, entre otras, destacan la Plaza del Rey, las Carreteras a Cortes y al Castillo, Islas Canarias, Hortelanos,  San Bruno, avenida Palencia o pequeños tramos de San Pablo (entre la calle Miranda y Trinas) y de la calle Madrid (entre Aranda de Duero y Miranda). Habrá que priorizar.