Sin médico pero unidos por la risa

S.F.L. / Barcina de los Montes
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Barcina de los Montes transformará el ambulatorio en un centro social para el uso de todos los vecinos

La actividad cultural en Barcina se reduce prácticamente a primavera y verano por no disponer de un local cubierto. - Foto: DB

Los vecinos de Barcina de los Montes no recuerdan la fecha exacta en la que el médico dejó de pasar consulta en el ambulatorio para nunca más volver. Unos comentan que cinco años, otros que alguno más, pero no consiguen ponerse de acuerdo. Desde entonces se han visto obligados a trasladarse al centro de salud de Oña cada vez que requieren atención sanitaria. A pesar de que la pedanía no dispone de un elevado número de servicios, la diversión y el entretenimiento lo tienen asegurado gracias a un grupo de personas que se propusieron resucitar la vida social y cultural a base de organizar talleres y actividades varias.

La climatología extrema de la zona provoca que la programación, hasta el momento, se vea reducida a los meses de primavera y verano porque los eventos se celebran generalmente en la plaza del pueblo y los participantes solo disponen de unas carpas para protegerse de la lluvia o de los agresivos rayos del sol. Sin embargo, una ayuda procedente de la Diputación cambiará el destino del antiguo consultorio médico -cuyo estado presenta serias deficiencias- y, por lo tanto, de la agenda de ocio de todos los vecinos, y pasará a transformarse en un centro social de usos múltiples.

El presidente de la entidad local menor, Víctor Manuel Ramón Blanco, se muestra «encantado» de que la administración haya atendido sus peticiones porque «aunque en Barcina tenemos bar necesitamos un lugar de reunión en el que poder desarrollar todo tipo de actividades y ampliar el programa cultural durante todo el año», expone. Esa es la idea que también contempla Nuria Castillo, vecina de fin de semana y vacaciones -pero criada en el pueblo- que junto a otras amigas esperan acabar con los trámites que necesitan para la creación de la Asociación Cultural Vecinal La Encina, un proyecto que se gestó hace unos años, pero que hasta los próximos meses no se hará realidad. 

La agrupación tendrá cabida para los vecinos de cualquier edad que busquen juntarse y pasar ratos divertidos aprendiendo informática, recetas o fabricando objetos de decoración para adornar las calles.

La edad resulta «indiferente» para Castillo, que considera que lo importante es que se «aporten buenas ideas con el fin de conseguir que la gente no deje de acudir» a un pueblo que en época estival logra multiplicar su población hasta superar los 150 residentes.

El presupuesto de reforma de la futura sede de la Asociación asciende a 54.276 euros y las constructoras interesadas en llevar a cabo los trabajos, que tendrán un plazo de ejecución de cinco meses, deberán presentar sus presupuestos en el Ayuntamiento de Oña antes del 4 de abril a las 14 horas. El proyecto contempla modificar totalmente el interior del local, instalar calefacción y construir una entrada accesible para personas con movilidad reducida.

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