El Burgos Club de Fútbol tiene ahora mismo muchos frentes abiertos, aunque parece que dos son los más urgentes, solucionar el tema Salmerón para que Julián Calero pueda sentarse de una vez en el banquillo; y cerrar el caso de Juanma y su posible traspaso al Badajoz. Y estos dos temas han centrado el trabajo de Antonio Caselli esta semana. El máximo accionista del club se desplazó a Madrid para mantener dos reuniones claves. El lunes estuvo con Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol; y el martes mantuvo un encuentro con el dueño del Badajoz, Joaquín Parra. 

Antonio Caselli ha cambiado su postura sobre el conflicto con José María Salmerón. Pensó llegar hasta el final en los tribunales ordinarios pero se ha dado cuenta de que la única solución es arreglarlo a través de la Federación Española. Y para ello necesita presentar un aval por un importe cercano a los 280.000 euros (salario del técnico y sus dos ayudantes por una temporada).

El máximo accionista del Burgos mantuvo una reunión con Luis Rubiales para concretar todos los pasos que debe dar y cómo hacerlo, aunque lo fundamental sigue siendo el aval para poder desbloquear la prohibición de tramitar la ficha de Julián Calero.

El aplazamiento del encuentro ante el Valladolid B ha dado al Burgos una semana más de margen y ahora el objetivo es cumplir todos los requisitos para que el entrenador se pueda estrenar en el banquillo en el partido ante el Sporting de Gijón B el próximo sábado 23 de enero.

Un día después Antonio Caselli almorzó con Joaquín Parra (también estaba Franco Caselli y otra persona más) y uno de los temas tratados es el posible traspaso de Juanma (...).

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