Una reunión entre los representantes de los trabajadores y la dirección del hospital San Juan de Dios ha servido para conocer cuál es la postura de la Orden religiosa ante la petición de la Consejería de Sanidad de rescindir el convenio de vinculación especial que mantienen. En ese encuentro, mantenido este lunes por la mañana, el gerente, Juan Francisco Seco, ha trasladado a la plantilla tres mensajes claros: uno, el hospital no cierra y siguen trabajando; dos, la negociación con Sacyl continua abierta y, por ello, no se contempla en este momento la ruptura del contrato, y tres, se defenderán «con datos» de las acusaciones de incumplimiento de las prestaciones asistenciales  porque «no toda la información dada a los medios de comunicación es cierta».

Según las fuentes consultadas, Juan Francisco Seco facilitará en los próximos días la documentación que ha recabado para contrastar la versión dada por la Gerencia regional de Salud y aclarar las cifras facilitadas. Desde San Juan de Dios no ocultan qué las palabras de los responsables de la Consejería de Sanidad, en las que tildaban de insatisfactoria la prestación asistencial, tanto para pacientes de cuidados paliativos como de intervenciones quirúrgicas, han generado un profundo malestar en el seno de la Orden hospitalaria y entre los trabajadores del hospital.

«Después de 65 años de trabajo en Burgos al servicio de los ciudadanos, parece que lo que queda es que todo son reclamaciones de los pacientes y que no cumplimos con los objetivos marcados, y eso es injusto», señalan.

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