El Ayuntamiento está dispuesto a hacer lo que sea para controlar la población de palomas por los importantes daños que causan en el mobiliario urbano, en las fachadas de los edificios y en los negocios que están a pie de calle debido a que sus excrementos tienen una gran capacidad de corrosión, a lo que se añaden los problemas de salubridad.

El Servicio de Sanidad y Medio Ambiente trata de controlar la población de estas aves a través del uso  de redes pero este método de captura no está dando los resultados esperados en algunas zonas de la ciudad más masificadas, de modo que se está barajando la suelta de halcones. El concejal Josué Temido asegura que se han mantenido contactos con una asociación de cetrería para estudiar esta posibilidad, que también han implantado otros ayuntamientos. «Defendemos una forma de reducir las palomas mediante métodos naturales y potenciando la biodiversidad y pesamos que puede ser una buena fórmula», indicó.

Por el momento, no hay una fecha para su implantación pero será «lo antes posible».  De este modo, se emplearán técnicas de cetrería tradicional, ya que dichas aves son depredadores naturales de las palomas torcaces, las que más se han adaptado al medio. Los halcones rea realizarán vuelos disuasorios, dado que su simple presencia puede hacer cambiar de rutina y hábito de las palomas.

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