Volver a viajar

Maricruz Sánchez (SPC)
-

Al norte, al sur, en el centro peninsular y en las islas, España está salpicada de lugares increíbles que merece la pena conocer tras meses sin poder cruzar fronteras

Cardona (Barcelona) maravilla al visitante con la Muntanya de Sal, un fenómeno natural único en el mundo

Viajar es un hábito inherente a la esencia del ser humano: ver nuevos enclaves, conocer otras culturas y tradiciones, maravillarse ante la naturaleza y las creaciones humanas que hacen de este mundo un lugar fascinante. Una necesidad que, para ser satisfecha, no siempre implica irse a la otra punta del planeta cada vez que se planea una escapada, porque se puede disfrutar de una experiencia única sin cruzar las fronteras nacionales. Esta máxima, tras meses de limitaciones pandémicas, cobra más importancia si cabe. Y no se trata de una quimera, pues el país está salpicado de rincones increíbles que merece la pena descubrir ahora que se vuelve a viajar.

España es uno de los territorios más diversos de la Tierra y, mucho más cerca de lo que uno se imagina, se pueden encontrar joyas perfectas para disfrutar de un viaje de horas, días o incluso semanas. Por eso, Lonely Planet apuesta ahora por cambiar la perspectiva y retomar el placer de ir a lugares cercanos de la mano de un volumen visual, práctico, lleno de consejos y detalles interesantes: A una hora de...900 escapadas fantásticas desde 50 ciudades españolas. Un abanico de opciones situadas a pocos kilómetros de los principales núcleos urbanos españoles.

El libro selecciona 50 ciudades a partir de las cuales propone actividades muy diversas que permitirán, a cualquier tipo de viajero, planificar la ruta perfecta. Se trata de 900 ideas sorprendentes que incluyen desde propuestas culturales, artísticas o históricas hasta actividades al aire libre, iniciativas gastronómicas o de bienestar. Todo con el objetivo de que, se esté donde se esté de la geografía nacional, haya siempre cerca alternativas interesantes.

 

Arqueología y naturaleza

Más allá de los monumentos masificados, existe un universo en España marcado por los restos arqueológicos, los parques naturales desconocidos y las rutas de senderismo. Termas romanas, cuevas escondidas, cementerios icónicos y restaurantes emblemáticos pueden completar este suculento menú viajero.

Declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco, las cavidades de la cornisa cantábrica, por ejemplo, cobijan pinturas y grabados rupestres dejados por sus primeros moradores, cazadores nómadas de hace hasta 30.000 años.

Otra opción son los miradores. Una perspectiva amplia ayuda a asimilar mejor el entorno y, además, es un regalo para la vista. De montaña, junto al río o sobre el mar, los balcones naturales de Galicia son todo un espectáculo.

Para los amantes de la flora, un árbol es un símbolo de vida. Ha de tener más de 100 años y seguir en pie para formar parte del privilegiado grupo de Árboles Singulares de España. Una lista que cuenta con notables ejemplares en el centro de la península.

Además, la playas siempre serán una buena alternativa y en eso Andalucía es un clásico. A pesar de su popularidad, su costa aún guarda tesoros ocultos que pueden fascinar.

Cualquier opción es buena, también las islas, para descubrir España como nunca antes. Una apuesta sobre seguro.