Villafría, 10 años de dinero público sin retorno

G. Arce
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El aeropuerto burgalés ha movido en una década menos pasajeros de los que gestiona Valladolid en un solo año

Un avión de Air Nostrum despegando de Villafría - Foto: Valdivielso

La única infraestructura aérea de la ciudad, el aeropuerto de Villafría, dio servicio a 20 personas cada día durante el pasado noviembre gracias, principalmente, a los vuelos de Air Nostrum con destino a Barcelona. En algún momento de ese pírrico goteo de pasajes, Burgos alcanzó la barrera de los 200.000 viajeros embarcados en la década que lleva en funcionamiento, los mismos que mueve en un solo año Valladolid, la primera terminal aérea de Castilla y León, que -para situarnos en el mapa nacional- ocupa el puesto número 31 de los 49 aeropuertos en el ranking de actividad.

Burgos desciende al séptimo puesto por la cola (42) y solo supera en actividad a terminales como las de Salamanca, Son Bonet (Baleares), Cuatro Vientos (Madrid), Albacete, Huesca o Sabadell, que no pasaron de los 400 pasajeros en todo noviembre. El año en el que se registró más actividad de la última década (2011, con 35.447 pasajeros), la ciudad ocupó el puesto 12 de la parte baja del ranking. En aquel ejercicio, Valladolid movió 462.504 pasajeros, 13 veces más.

Se miren como se miren, las estadísticas de AENAsitúan la realidad del aeropuerto local muy lejos de los objetivos fundacionales del consorcio que Ayuntamiento, Diputación y Junta de Castilla y León constituyeron hace ahora diez años para promocionar esta infraestructura. Fue a principios de diciembre de 2008, bajo la presidencia del alcalde Juan Carlos Aparicio y con el optimismo fresco tras los resultados logrados desde la inauguración de esta infraestructura, el 3 de julio de aquel año.

Paradojas estadísticas, hasta diciembre de 2008 Villafría atendió a 11.000 viajeros, una cifra por la que todos firmarían diez años después (en noviembre vamos por los 9.742). Aquel año operaban dos compañías (Air Europa y Lagun Air) con vuelos a Barcelona, París y Palma de Mallorca y charter a Praga, Berlín y Menorca; hoy es una, Air Nostrum, con una ruta regular a Barcelona que no lograr llenar los aviones que oferta por, coincide la mayoría, unos horarios y unos retornos poco atractivos.  

El consorcio, disuelto a mediados de 2016 tras un año sin actividad y lastrado por la grave crisis de credibilidad generada por el fiasco de León Air, nació para el impulso del aeropuerto para el turismo y el comercio, la atracción de actividades complementarias del sector aéreo, el transporte de mercancías o los servicios de aerotaxis.

Si el volumen de pasajeros anuales nunca ha superado el récord de los 35.447 de 2011, el tráfico de mercancías prácticamente ha sido inexistente: Villafría no mueve un kilo por aire desde hace tres años y en sus diez años de operaciones suma 5.917 kilos, lo que no llena ni el remolque de un trailer.Carece de la longitud de pista suficiente para competir con Vitoria (Foronda) u ofrecer una alternativa viable a los gigantes de la carga aérea de Madrid-Barajas y Zaragoza.

presupuestos. El Consorcio tuvo problemas para despegar pues, si bien la reunión fundacional se produjo en la Casa Consistorial en diciembre de hace diez años, no fue hasta 5 meses después cuando la Diputación se adhirió al proyecto y hubo que esperar hasta agosto de 2009 para que la Junta de Castilla y León diese el paso comprometido.

Las tres instituciones comprometían una aportación anual de 150.000 euros cada una para sostener la promoción, compromiso que Ayuntamiento y Diputación cumplieron pero no así la Junta de Castilla y León que, con cuatro aeropuertos que alimentar en la región, acumuló hasta tres años de demoras en los pagos (luego cubiertas) y abandono el proyecto en 2012. Su justificación: evitar duplicidades en la promoción de estas infraestructuras y apostar por contratos con las compañías aéreas.

(Artículo completo en la edición de hoy)