Según ha explicado el alcalde, la pasarela «de la controversia» sería demolida para dar paso a una gran rotonda, elemento que contempla el PGOU, y que serviría para acceder a la parte norte del barrio del Crucero y la calle Carcedo, desde donde se podría llegar al bulevar ferroviario, y a la zona de la calle Duero, al otro lado de la carretera. Lacalle ha cifrado en dos años y 3 millones de euros el coste de esta actuación, que vendría a completar otras cesiones por parte del Ministerio como la avenida Cantabria o la avenida de la Constitución.
Además, plantea otros dos nuevos accesos -tanto para los conductores que vienen de Madrid como para los que se dirigen a la capital de España- a la altura del polideportivo Pisones, uno a cada lado. La velocidad, por tanto, entre la Plaza del Rey y el complejo deportivo se reduciría a 50 kilómetros por hora, aunque se conservarían los dos carriles de circulación.