35.000 euros de indemnización para una paciente de Quintanar

P.C.P.
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La mujer, con una hernia inguinal, recibirá el dinero por las secuelas, los días impedida y el daño moral causado por la «reiterada falta de información»

Centro de salud de Quintanar de la Sierra, donde fue atendida varias veces la paciente. - Foto: F2estudio

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha reconocido a una paciente de Quintanar de la Sierra el derecho a ser indemnizada con 35.567,20 euros por la incorrecta asistencia recibida en el Hospital Universitario, debido al «inadecuado» diagnóstico y tratamiento de una hernia inguinal hace ya 7 años y la «reiterada falta de información» en 4 de las intervenciones a las que fue sometida.

La mujer tenía 45 años cuando acudió a Urgencias del HUBU por primera vez, el 1 de abril de 2014. A partir de ahí, comenzó un peregrinar médico que no concluyó hasta finales de mayo de 2015, gracias en parte a los informes de su médico de Atención Primaria y la reclamación de la paciente en el hospital. En el proceso perdió 15 kilos.

La primera operación se desarrolló, no obstante, sin incidencias, por cirugía laparoscópica y no fue hasta 5 meses después cuando acudió a Urgencias con una tumoración dolorosa en la región inguinal. Tras una segunda operación y al ver que la herida no mejoraba, la médico de la localidad sospechó de una posible infección intrahospitalaria, que confirmaron los análisis. 

El 17 de diciembre, la facultativa «solicitó consulta preferente con Cirugía» y la cita llegó para el 27 de enero, «viéndose obligada la recurrente a acudir varios días al centro de salud para que efectuasen cura de la herida para dar salida a la pus que se le acumulaba dentro» y al HUBU de nuevo el 7 de enero, donde tras diagnosticar una «posible infección crónica de malla inguinal» la mandaron a casa «sin realizar ninguna prueba», apostilla la sentencia, dictada por la Sala de lo Contencioso Administrativo con sede enBurgos, que subraya también los 86 kilómetros que separan Quintanar de Urgencias, a donde tuvo que acudir varias veces.

La herida empeoró y la médico de Quintanar tuvo que realizar otros dos informes, alertando de las graves consecuencias que para la salud de la paciente tenía el proceso. Pero su intervención siguió considerada como«no urgente» hasta que la propia afectada presentó una reclamación ante la Dirección Médica y le prometieron una intervención para marzo, que finalmente realizó el médico que ella pidió que no lo hiciera, por no haber mostrado «ningún interés por solucionar el problema» y que no elimina la fiebre ni la infección. 

«No fue hasta el 26 de marzo de 2015, esto es, cinco meses después de su primera asistencia a Urgencias, cuando se practicó un TAC de abdomen con contraste» y pese a lo que evidenció y el estado de la paciente «incomprensiblemente se optó por una técnica conservadora, programando sucesivos ingresos puntuales para drenar la herida los días 6 y 20 de abril, y el 4 de mayo», reseña la resolución. Solo con un nuevo TAC se optó por retirar la malla y solventar el problema.