Nueva polémica en el seno de la Fundación Aspanias. Tras el medio año de silencio que los comités de empresa de la Fundación Aspanias dieron a la dirección tras la intervención impuesta desde la Junta de Castilla y León, la paz social está a punto de quebrarse.
Aseguran en una nota de prensa que el pasado día 1 de diciembre el nuevo gerente de la entidad trasladó a los comités, «sorpresiva y extraoficialmente», que iba a haber tres despidos por reestructuración de varios departamentos. «No se nos comunicó quiénes eran ni se contempló la posibilidad de reubicaciones o de llegar a acuerdos», lamentan. Finalmente, explican desde el comité, han sido cuatro los trabajadores despedidos, a pesar de que la empresa trasladó a los sindicatos a finales de octubre que no se preveían más. Los comités entienden que la mayoría de estos cuatro despidos son injustificados y, por tanto, se podían haber evitado.
Es por ello que muestran su preocupación por las actuaciones de los responsables de Plena Inclusión Castilla y León que han intervenido Aspanias y que tienen plenos poderes. «Aunque habían iniciado reajustes salariales de esa élite de trabajadores, que cuenta con retribuciones desproporcionadas fuera de todos los convenios, en la práctica todo ha quedado igual, ya que no han defendido estos reajustes en sede judicial cuando han sido recurridos, dejándolos, por tanto, sin efecto», aseguran.
De esta manera, la desigualdad salarial sigue siendo «escandalosa». Apuntan que el grueso de trabajadores tiene salarios muy bajos y ajustados, pero unos cuantos siguen teniendo privilegios notorios. Peor aún, lo que temen los comités de empresa son las intenciones veladas de descolgarse salarialmente de las subidas que establece el convenio sectorial pese a que los trabajadores de Aspanias llevan con congelación salarial desde el 1 de enero de 2012, con una pérdida de poder adquisitivo insostenible para cualquier trabajador y que hace que gran parte de ellos se quede incluso por debajo de 900 euros netos al mes.
Al mismo tiempo están consolidando, en buena medida y de espaldas a la plantilla, el organigrama anterior que ha sido corresponsable en la deuda del grupo de más de 8,5 millones de euros, por lo que en el día a día todo sigue igual en los diferentes centros. «Se está perpetuando a las personas aupadas a dedo desde hace años para asignarles diferentes puestos de relevancia. Los trabajadores perciben que nada cambia, ya que casi los mismos que acompañaron a la anterior gestión continúan en puestos de mando con sus privilegios», afirman.
UN 2022 MOVIDITO.
Los comités de empresa también señalan al departamento de Recursos Humanos y sus malas prácticas como responsable y causante del gran malestar entre los trabajadores por las continuas negativas al reconocer y aplicar los derechos de los trabajadores reconocidos en diferente normativa y acuerdos de aplicación. En este sentido, constatan que las decisiones tomadas por el propio director de Recursos Humanos han prevalecido siempre. La situación actual en la entidad es que se sigue adeudando a la mayoría de trabajadores de la Fundación Aspanias casi la nómina completa del mes de julio, no hay aplicación efectiva de las subidas salariales estipuladas en el convenio de aplicación, se sigue operando con un organigrama que prima a personas concretas al margen de sus capacidades, se imponen decisiones arbitrarias negando los derechos laborales reconocidos y siguen los despidos que la empresa negaba. Por ello, los comités de empresa auguran un año 2022 cargado de movilizaciones.