La negociación entre la dirección y el comité del Banco Santander sobre el Expediente de Regulación de Empleo con el que la entidad aspira a recortar su plantilla en más de 3.700 trabajadores y su red en 1.150 oficinas en toda España tendrá su repercusión en Burgos, donde está previsto que desaparezcan 10 de las 40 sucursales que el grupo tiene en la provincia (incluidas las heredadas con la compra del Banco Popular). Además, el número de empleados que podrían verse afectados en nuestro territorio, según un cálculo estimado, pero no definitivo, podría ser de unas 25 personas.

Los planes del banco pasan por cerrar 108 oficinas en Castilla y León, donde Ávila y Soria serían las principales perjudicadas, al desaparecer un 48% y un 44% del total de las sucursales en ambas provincias. En cifras absolutas, la peor parada, sin embargo, sería León, con 27 clausuras. En Burgos, actualmente, 40 oficinas componen la red conjunta del grupo: 25 son del Banco Santander y 15 del Banco Popular y está previsto el cierre de 10 de ellas (aún sin concretar cuáles), es decir, un 25% del total.

Las citadas cifras, que no son definitivas pero se aproximarán bastante a la realidad, preocupan a los sindicatos, que advierten de que se va a dejar de dar servicio a muchas personas al eliminar las únicas sucursales bancarias que tienen algunos territorios.

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