Emociones y sentimientos estallaron ayer en El Plantío con el espectacular concierto de Antonio Orozco, que consiguió letra a letra emocionar a un público totalmente entregado desde el principio. Había ganas de un gran concierto después de tantos meses de pandemia y demostrado quedó desde el principio hasta el final. De hecho, incluso antes de que el evento comenzara los asistentes ya mostraban la ilusión por pasar una noche mágica en un ambiente en el que, a pesar de las mascarillas y la distancia, recordaba a cierta normalidad.

Y ¡por fin! llegó el esperado momento. Cuando pasaban veinte minutos de las nueve de la noche, el artista catalán apareció sobre el escenario despertando inmediatamente los aplausos y gritos de los cientos de asistentes. Primera ovación de las muchas que estaban por llegar en los próximos minutos. El tiempo también acompañaba, aunque quitarse la chaqueta parecía impensable. Que aunque la covid permita que vayamos regresando a la normalidad poco a poco, lo que no cambia en Burgos es el fresco que aparece a medida que se acerca la noche.

Comenzó su actuación con Hoy, y la gente empezó a seguir el ritmo con sus pies y manos puesto que había que permanecer sentados. Entre los asistentes, muchas parejas y amigos que deseaban verle en directo por primera vez. Luego fue el turno para el tema Mírate y, posteriormente, Llegará, momento en el que muchos seguidores no dudaron en levantarse para, desde su sitio, bailar y entonar. Pero fue, sin lugar a dudas, con El viaje cuando llegó uno de los momentos más bonitos, ya que el cantante no dudó en bajarse del escenario para estar más cerca de su público y cantar aquello de Surcaré los senderos de tu vida, caminaré por los poros de tu piel, buscando tus caricias y tentando a la locura, buscando lo que nunca encontré... Un concierto redondo en el que presentó su décimo disco, Aviónica, aunque tampoco faltaron clásicos (...).

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