La vuelta al trabajo en la industria y en la construcción no parece haber provocado un aumento de contagios y, por lo tanto, tampoco de personas diagnosticadas de la enfermedad del coronavirus, la denominada covid-19. Así se deduce de los primeros datos oficiales en los que se recoge, al menos, parte de lo ocurrido la semana pasada, cuando 2.000 empleados de los polígonos y otros 600 de la construcción volvieron al tajo. El incremento de personas registradas como enfermas en el programa Medora, de hecho, ha sido del 1,7% frente al 3% del lunes 13 de abril y ya son 7.547 los residentes en la provincia diagnosticados:1.601 mediante prueba de laboratorio y el resto por sospecha clínica, al tener síntomas compatibles con la patología que provoca el SARS-CoV-2.
Otro indicador relevante sobre la contención de la pandemia es el total de hospitalizados en planta en la provincia:134. Esta cifra es la más baja en las últimas cuatro semanas; hay que retroceder al 22 de marzo para encontrarla inferior (123) y, entonces, la curva de contagios y enfermos estaba en crecimiento exponencial. Los incrementos de registros en el programa Medora eran en aquel momento del 24%, mientras que los de nuevos contagios confirmados eran muy similares a los de ahora por la relación que tiene este dato con el número de pruebas que se realizan: cuantas más hagas, más casos encuentras. De ahí que el aumento de nuevos casos corroborados mediante la prueba molecular PCR entre el domingo y ayer (de 17 a 34) no pueda relacionarse directamente con la evolución de la pandemia; el sesgo es demasiado amplio. Y más ahora, que al mismo tiempo se están haciendo test de detección de anticuerpos en sangre frente a este coronavirus cuyos positivos, sin embargo, no se introducen en ese mismo registro.
(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)