Montero reclama su sitio

J. V. (SPC)
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La ministra de Igualdad derrota a Carmen Calvo tras sacar adelante su ansiada 'ley trans' después de meses de choques con el PSOE

La mandataria gana enteros en el Gobierno de coalición. - Foto: EFE

La ministra de Igualdad, Irene Montero, se siente más fuerte que nunca tras la aprobación de su ley trans el pasado martes en Consejo de Ministros, y eso a pesar de que aún queda un largo camino parlamentario para su aprobación definitica en el Congreso. Una fecha de entrada en vigor que se estima como mínimo y si todo va bien para marzo del próximo año.

Sin embargo, el pulso que ha mantenido la titular de Unidas Podemos durante la negociación del anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans con su socio de Gobierno, el PSOE, y sobre todo con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que se oponía frontalmente a su aprobación, ha alzado a Montero al centro del debate en detrimento de la progresista. Además, la líder morada consigue un doble objetivo, por un lado derrotar a Calvo y por otro colocarse en una mejor posición dentro del partido tras la marcha de Pablo Iglesias.

El conflicto entre ambas surgió por la inclusión de la llamada autodeterminación de género, es decir, la posibilidad desde lo 14 años de cambiar sexo y nombre en el DNI tras un plazo de tres meses. De hecho Calvo criticaba que el proyecto de la ley trans proveyese que «el género se elija sin más que la voluntad» y exigía seguridad jurídica en la norma.

Sin embargo, al final, el Ministerio de Justicia, que era otro de los coproponente de la iniciativa, dio la razón a Montero, alineándose con Igualdad, en contra de su compañera de partido Calvo.

Esta situación ha supuesto el desbloqueo de la ley pero también la derrota de la vicepresidenta, que no ha logrado imponer sus tesis ni tan siquiera entre sus afines. No en vano, en el PSOE se habían opuesto radicalmente a esta cuestión hasta hace unos días, cuando viraron argumentalmente.

Sin embargo, el Gobierno de coalición ha iniciado un viaje que se prevé tortuoso hasta su tramitación definitiva y entrada en vigor. En el camino esperan órganos consultivos en funciones y con puentes rotos con el Ejecutivo (como el Poder Judicial) y, además, aliados parlamentarios que anhelan un texto mucha más ambicioso al presentado.

 

Un partido más feminista

Al éxito de la luz verde al anteproyecto sobre la ley trans, la ministra de Igualdad, Irene Montero, sumó el pasado 13 de junio un nuevo triunfo, convertirse en la número dos del partido tras la marcha de Iglesias y la celebración del Consejo de Coordinación de Podemos. Un conclave que alzó a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, a lo más alto de la formación morada.

Además, uno de los objetivos de Podemos después del abandono del fundador del partido es dar un mayor protagonismo a la mujer y avanzar en una discriminación positiva hacia este colectivo.

Con esta hoja de ruta, Unidas Podemos, además de mantener a figuras clave del núcleo duro como Pablo Echenique, apuesta fuertemente pro nombre femeninos como los ya citados de Belarra y Montero, a los que se suman Isa Serra y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.