El frío y el dinero no se llevan del todo bien

S.F.L.
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La rogativa más popular de la comarca no recibió tantos fieles como otros años. Aún así, se volvió a respirar alegría en Santa Casilda

Baudilio Fernández-Mardomingo, delegado territorial de la Junta, inauguró el juego. - Foto: Jesús J. Matí­as

La jornada amaneció fría y oscura en Briviesca, poco apetecible para sacar del trastero de casa mesas y sillas de camping y comer al aire libre en las campas del santuario de Santa Casilda paella y lo que cada uno creyese oportuno. Los allí presentes comentaban que se notaba «más bajón» de gente que otros años y lo achacaban a la «mala previsión del tiempo». Aún así, un número considerable de fieles acudió ayer al lugar santo tal y como indica la tradición. A medida que fue avanzando la mañana, el enclave se iba llenando, pero no como siempre. A pesar de ello, la Tabera, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, volvió a demostrar su poder de convocatoria pese al mal tiempo y a celebrarse en día laborable.

Los actos programados comenzaron puntuales con la procesión de Santa Casilda, que fue seguida de la misa celebrada en el interior de la ermita por varios sacerdotes, entre ellos el capellán del santuario Félix José Castro y el cura de Briviesca, Julián Galerón. Los feligreses entraron al templo, donde no cabía ni un alfiler, y fuera esperaba, tomando un aperitivo y el vermut, otro grupo de personas.
Tras una hora de culto, las autoridades procedieron a la inauguración oficial del juego de La Taba en una mesa ubicada en la plaza del santuario. El público asistente se aglutinó para conseguir el mejor sitio y pedir ‘culo’ (posición de la taba que da como ganador a los apostantes), mientras los políticos hacían sus lances.

El primero en tirar el hueso fue el delegado territorial de la Junta, Baudilio Fernández-Mardomingo, que puso 20 euros sobre la mesa y, tras 15 intentonas, sacó ‘culo’. A continuación, efectúo varias tiradas el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, que apostó otros 20 euros y a la tercera salió ‘culo’ de nuevo, para la alegría de las personas concentradas. Así dio paso al subdelegado de Gobierno, Pedro de la Fuente, que tras varios  tanteos, sacó ‘carne’ (posición pintada con la bandera española). Marcos Peña, alcalde de la localidad, se jugó 20 euros y consiguió dos ‘carnes’ seguidas.

La procesión de Santa Casilda congregó a los más fieles.La procesión de Santa Casilda congregó a los más fieles. - Foto: Jesús J. Matí­as

Tras la inauguración del juego, las autoridades atendieron a los medios. Mientras sonaba la música de los dulzaineros, Fernández-Mardomingo explicó que «La Tabera es una fiesta a la que no se puede faltar por su carácter religioso a la vez que lúdico» e indicó que «a ver si con las plegarias a Santa Casilda, llueve y así los campos y cultivos mejoran».

El subdelegado del Gobierno, que dedicó una de sus tiradas a los periodistas, afirmó que llevaba sin estar en el santuario más de 50 años. «Venía con mi abuelo a coger fósiles. No soy nada jugador pero me ha parecido muy divertido, sobre todo la expectación que se genera». César Rico habló de una «fiesta referente» dentro del calendario provincial y de una «magnífica cita».

Una vez terminado el juego, ya en las campas se realizó la bendición de la paella. Este año se prepararon 650 raciones. El reparto entre los romeros estuvo muy animado. La sobremesa no se alargó tanto, así que a partir de las 5 de la tarde los asistentes fueron recogiendo para trasladarse a Briviesca y comenzar a realizar sus apuestas en los 15 bares que instalaron mesa de juego.

Jóvenes briviescanos, en la romería.Jóvenes briviescanos, en la romería. - Foto: Jesús J. Matí­as

A medida que pasaba la tarde, el ambiente festivo se fue caldeando con la alegría de unos pero también con el enfado de otros. El ambiente estuvo amenizado por primera vez con una orquesta, que hizo un pase de tarde y otro de noche. Como ya viene siendo tradición año tras año, la fiesta en los locales se estiró hasta bien entrada la madrugada. 

 

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Este grupo viene de Burgos capital todos los años.
Este grupo viene de Burgos capital todos los años. - Foto: Jesús J. Matí­as
Se preparaon 650 raciones de paella.
Se preparaon 650 raciones de paella. - Foto: Jesús J. Matí­as
Miguel Ángel Salinas y José María del Río llegan tras la caminata.
Miguel Ángel Salinas y José María del Río llegan tras la caminata. - Foto: Jesús J. Matías

A 8 HORAS DE CAMINO
La frase «el que algo quiere algo, algo le cuesta» está hecha para Miguel Ángel Salinas, presidente de Honor de la Peña Taurina de Burgos, y José María del Río. Estos dos senderistas llevan acercándose al Santuario de Santa Casilda diez años consecutivos. ¿Y qué tiene esto de especial? Pues que el trayecto que separa Sotopalacios, donde comienzan la ruta, hasta el lugar santo, que está separado por 37 kilómetros, lo realizan a pie. Comenzaron su ‘paseo’ a las seis de la mañana, y tras ocho horas de caminata, llegaron a tiempo para disfrutar de la fiesta. Una vez en el santuario, tomaron una ducha, cambiaron sus ropajes y se adentraron en el ambiente.
«Nos encanta andar por el monte y lo hacemos con mucha ilusión. Llevamos una década realizando este trayecto y esperemos que el próximo año podamos regresar». Disfrutada la mañana, regresaron a  casa, aunque esta vez en coche.