La teoría del accidente por un escape de gas pierde fuerza entre los investigadores de la Policía Nacional, que ayer echó mano de especialistas en incendios llegados de Valladolid para continuar con las pesquisas orientadas a esclarecer la explosión ocurrida el martes en la barriada de San Juan, en la que murió un joven de 29 años. Las sospechas se centran en estos momentos en la posibilidad de que la deflagración fuera consecuencia de la manipulación de un recipiente -garrafa, bidón- que contenía gasolina.
Y es que, según las fuentes consultadas, resulta extraño que la deflagración por un escape de gas se produjera en una estancia donde no se halla la instalación, pues la caldera estaba en una terraza. Hay que recordar que la Administración de Fincas señalaba el mismo martes que había pasado todas las revisiones de Gas Natural y que los técnicos no detectaron fisuras o desperfectos que apuntaran a una fuga. No obstante, habrá que esperar al informe definitivo de la Brigada de Policía Científica para conocer exactamente las causas del suceso.
Hay que recordar que en el siniestro del número 4 de Modesto Ciruelos murió un joven de 29 años, paciente de Fuente Bermeja, que residía en un piso tutelado.