«La vida no es como la has visto en el cine, la vida es más difícil», le dice Alfredo a Totó en Cinema Paradiso, aunque como él bien sabía el séptimo arte la hace más llevadera. En estas raras circunstancias necesitamos reconfortarnos y aunque en tres meses y medio no hayamos abandonado el cine y haya seguido sirviéndonos de consuelo en plataformas y todo tipo de pantallas, lo que de verdad levanta el ánimo es volver a ver las salas abiertas. Hemos echado de menos las risas a destiempo, el olor a palomitas y hasta el ruido de los papeles de caramelo. Pero poco a poco la vida vuelve y el cine en la capital le toma el pulso, reincorporándose a la programación cultural.
Las salas Odeón, en el centro comercial El Mirador, han abierto con algunas novedades a las que ya nadie escapa, como las mamparas en taquillas y tienda, indicadores de distancia, separación entre espectadores, geles hidroalcohólicos, mascarillas y mayor limpieza y desinfección de las instalaciones. Fomentan también la venta de entradas por internet y el pago con tarjeta, retiran el corte manual del ticket y amplían a cuatro el número de sesiones para escalonar los accesos del público.
Aunque la normativa permite a las salas de cine un 75% de aforo, han decidido dejarlo en un 60% para que los espectadores se sientan cómodos y seguros al haber más separación entre ellos. Porque de lo que se trata es de que cuando las luces se apagan y aparecen los títulos de crédito en la gran pantalla el mundo exterior desaparezca, y con él las preocupaciones. Durante la película los virus tendrán que quedarse fuera y para que eso no hay nada mejor que las medidas de seguridad y la prudencia individual.
Volviendo al cine, lo más complicado a estas alturas para todo el país es contar con estrenos, porque el calendario ha sufrido tal desbarajuste que aún necesita unas semanas para recomponerse. Así que Odeón ha regresado con 18 títulos, de los que 16 son reposiciones y dos estrenos: Personal Assistant y Cinema Paradiso. La película de los años 80 del siglo pasado se estrena en 150 salas de toda España como un homenaje a quienes trabajan en las cabinas como lo hacía Alfredo y a quienes lloran, ríen y sueñan con las películas que se proyectan como el pequeño Totó.
Para este reencuentro Odeón quiere tener un guiño con el espectador y durante la primera semana todas las películas y todos los días tendrán un único precio de 5 euros.