Los jóvenes niegan ser nativos digitales

C. Ansótegui (SPC)
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Consideran que sus habilidades serán claves en su futuro laboral y exigen una mayor demanda de formación que esté tutelada y que se integre en su día a día

Los jóvenes niegan ser nativos digitales

Los jóvenes españoles se sienten muy tecnológicos pero lamentan ser autodidactas. Están seguros de que sus habilidades digitales serán claves en su futuro laboral y, por ello, demandan una formación tutelada que se integre en el día a día de su educación. Esta es una de las principales conclusiones de la investigación Jóvenes, futuro y expectativa tecnológica, realizada por FAD, BBVA y Google para descubrir las expectativas que las nuevas generaciones tienen en relación con el desarrollo tecnológico. 

Se trata de un asunto que les preocupa especialmente en un tiempo de poscrisis económica en el que el mercado de trabajo joven se ha visto afectado  más que ningún otro. En este contexto, consideran que la tecnología será el elemento que defina de forma esencial las características del mercado laboral y que esto supondrá nuevos retos a nivel formativo y de oportunidades. El problema al que se enfrentan es que son autodidactas y entienden que es necesario un aprendizaje tutelado para sacar el máximo partido de las posibilidades que ofrecen estas nuevas herramientas. 

un mayor conocimiento. Los jóvenes actuales parten de la negación del tópico de nativos digitales. Así, las nuevas generaciones reclaman múltiples desarrollos en el campo educativo; para manejar mejor las tecnologías, para sacarles partido, pero también para conocer sus posibilidades y límites, para conocer sus reglas emocionales, para aprender a integrar con éxito lo off y lo online

Y es que, además, tienen muchas esperanzas puestas en la tecnología, creyendo incluso que en un futuro pueda haber un algoritmo que les ayude en la toma de decisiones sobre sus relaciones sociales. Por otra parte, confían también en que los nuevos medios sirvan para poner solución a los problemas medioambientales. De este modo, la juventud española apela a un desarrollo sostenible y responsable, en el cual la tecnología ofrezca soluciones. 

Igualmente, tienen fe ciega en las posibilidades que les puede brindar la tecnología en todos los niveles, aunque son conscientes de que tiene un lado negativo. Les preocupa, por ejemplo, la pérdida de privacidad aunque prefieren quedarse con un discurso optimista en el que las contrapartidas son menores que las ventajas.