El coronavirus mantiene su avance implacable en los lugares más vulnerables, en este caso en la residencia de San Salvador de Oña, donde el brote registrado el primer fin de semana de diciembre se cobra la vida de otros dos residentes durante este pasado fin de semana, una desdichada cifra que asciende ya a siete. Asimismo, nueve ancianos se encuentran ingresados en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) con sintomatología compatible con coronavirus.
Si bien, y pese a que el número de contagios entre los empleados se haya estancado en los últimos días -15 positivos- la situación en la residencia para mayores, gestionada por la Diputación, sigue siendo preocupante. Pese a que la diputada de Bienestar Social, Inmaculada Sierra, haya anunciado en varias ocasiones que el brote estaba «controlado», los cribados masivos realizados en el centro confirman que el virus continúa expandiéndose y que a día de hoy afecta también a 22 ancianos.
Los positivos en la planta afectada, que corresponde a la 2.0, «continúan repuntando» y será a lo largo de esta semana cuando los resultados de los test PCR que se realizaron ayer a todos los residentes y a la plantilla de trabajadores al completo confirmen o desmientan tal tendencia. No obstante, los datos obtenidos en anteriores cribados afirmaron que «los casos negativos, con una periodicidad de unos cuatro días de media, venían positivizando. Veremos qué ocurre ahora», explica Sierra.
Respecto a la falta y la reutilización de material de trabajo que el Sindicato Obrero Independiente (SOI) ha denunciado en varias ocasiones -la última hace dos semanas- la política lo desmiente rotundamente y asegura que el complejo se encuentra «bien abastecido con todos los EPI necesarios y los almacenes permanecen llenos».
Pese a que en los centros de la Diputación de Burgos la vacunación se ha realizado, Sierra desconoce cuando comenzarán a inmunizar a los usuarios y empleados de la residencia oniense y a los de San Miguel del Monte de Miranda de Ebro. No obstante, asegura que la segunda dosis de la vacuna se pretende suministrar en las residencias de la capital de provincia en torno al 20 de enero, aunque no se atreve a confirmar una fecha exacta.
Descienden los casos. La incidencia acumulada en la villa condal ha sufrido un importante descenso a pesar del brote detectado en la instalación oniense y en los últimos siete días asciende en el municipio a 98 casos por cada 100.000 habitantes y en los últimos catorce a 1.278. A pesar del dato, hay que tener en cuenta que Oña tiene 1.013 habitantes repartidos en trece pedanías. En concreto, el brote de la villa continúa muy acotado y esto facilita su control.
«Los afectados de la residencia se ubican en la misma zona», añade Sierra. Los asalariados, además de realizase test PCR, se someten a las respectivas pruebas de antígenos cada dos o tres días. El pasado 24 de diciembre se llevó a cabo la desinfección de la residencia, una actuación que se repetirá «si las condiciones persisten».