«No existe el crimen perfecto ni creo que llegará a existir»

FERNÁN LABAJO
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ENTREVISTA | Víctor Rodríguez González, decano del grado de Criminología en la Universidad Isabel I

Víctor Rodríguez González, decano del grado de Criminología en la Universidad Isabel. - Foto: Luis López Araico

Es casi inevitable imaginar que todos los detectives privados van por la vida vestidos con gabardina, sombrero, gafas de sol y un periódico bajo el brazo para pasar desapercibidos. Víctor Rodríguez González rompe al instante con todos los clichés. Hace más de cinco años que no se dedica a la investigación particular, pero incluso antes de preguntarle por esto se apresura a tumbar la imagen que nos muestran el cine y los libros. En 2016 dejó un oficio que le encantaba para dedicarse a su otra pasión: la docencia. La Universidad Isabel I le dio la oportunidad de dirigir el Grado en Criminología, especialidad de la que es decano. 

Da la sensación de que la criminología sigue siendo una gran desconocida para la sociedad. ¿Cómo describiría este oficio?
Es cierto que la gente no sabe exactamente lo que hacemos. Se piensa que solo investigamos a los delincuentes en serie y a los asesinos, que solo vemos sangre y balas. Por suerte, cada vez se va conociendo más lo que hacemos, que es mucho más que todo esto. Claro que seguimos el rastro del delito y por qué se ha cometido, pero también damos un soporte a la víctima y tratamos de mantener el control social del suceso concreto. 

¿Ha crecido el número de alumnos que se acercan a esta especialidad?
Mucho. Los primeros años en esta Universidad, que aunque es joven tiene ya músculo, no se matriculaban más de 20 alumnos. Ahora superamos los 200. Todos los trimestres se acerca alguien a este grado. 

¿Cuál es el perfil de los estudiantes?
Por lo general son personas que ya están trabajando en sectores muy afines, como puede ser el de la seguridad. Muchos son policías, guardias civiles o militares que quieren un grado universitario para ascender, pero otros buscan unos conocimientos que les ayudarán a desarrollarse mejor como profesionales. 

¿Cuáles son las herramientas que necesita un criminólogo?
Lo fundamental que trasladamos, aparte de una metodología básica, es saber qué hay que investigar, cómo y cuándo. Se debe hacer de una forma paulatina y muy minuciosa. Por suerte, los medios cada vez son mejores. De hecho, cada poco tiempo aparecen algunos nuevos y mejores que nos facilitan el trabajo. Hay que estar siempre muy actualizado en este sentido. 

¿Y qué avances, tecnológicos y científicos han supuesto un mayor impulso a la investigación de delitos?
Son muchos y, como digo, les hay continuamente. Lo que más ha facilitado las cosas es la identificación del ADN. En cualquier crimen encontramos restos, no solo de la víctima, sino también del posible agresor. También la fotografía forense y todos los avances informáticos que nos ayudan a hacer el tratamiento de imágenes son claves para esclarecer muchos casos. 

¿Qué tal se investiga en España? ¿Tenemos buenos criminólogos?
Bastante bien. Lo bueno es que tenemos unas tasas de delincuencia por debajo de la media. Hay casos que todavía no se han resuelto porque no se sabe quién es el culpable o incluso porque no se ha encontrado el cuerpo. Pero en comparación con otros países el número de crímenes sin resolver es muy bajo. Es cierto que a todos nos gusta que los procedimientos se resuelvan pronto, pero una investigación de garantías lleva su tiempo. A veces años.

Pero será necesario invertir en medios humanos y materiales para que sea más rápido. 
Desde luego. La mano de obra humana es necesaria para interpretar los datos que aportan los medios técnicos. Ese es, de hecho, uno de los problemas. Que falta mucho recurso humano, más que instalaciones y herramientas tecnológicas. Tendría que facilitarse más la entrada en el mercado laboral de criminólogos, especialmente en la administración pública. Estamos en un limbo que es también lo que provoca el desconocimiento de la gente hacia nuestro oficio. 

La ciencia avanza muy deprisa pero, ¿alcanzará para evitar que los delitos queden sin castigo? 
Tengo que puntualizar que los malos siempre van medio paso por delante, pero cada vez estamos más cerca. El momento en el que podamos erradicar la delincuencia será el momento en el que se termine la maldad, y eso es prácticamente imposible. La clave para que la criminalidad sea cada vez menor es contar con más profesionales y mejores medios técnicos. 

¿Existe el crimen perfecto?
No y creo que nunca que llegará a existir. Hay algunos que no se han resuelto todavía porque falta información clave. Por ejemplo, porque el autor o algún cómplice se ha encargado de ocultarla bien. Pero si se investiga adecuadamente es posible esclarecer los hechos. 

Hay casos sin esclarecer que se retoman al tiempo con nuevas pruebas y ni aun así se resuelven. 
También ha habido varios casos en los que años después se ha descubierto al autor de un crimen gracias a avances tecnológicos. Algunos incluso en los que se había encarcelado a una persona que ni siquiera era culpable. Por eso conviene reiniciar investigaciones, volver al punto de partida para ver si hay detalles que en su día se pasaron por alto. 

En la provincia hay varios crímenes sin resolver. ¿Ha trabajado en alguno? ¿Ve posibilidades de esclarecerlos?
He participado en el análisis de pruebas de alguno, no puedo decir en cuál. Sobre las posibilidades vuelvo a lo de antes. Si se hace tabla rasa pueden aparecer pruebas nuevas que den un impulso a la investigación. 

Dadas las tasas de delincuencia, ¿diría que Burgos es un territorio seguro?
Los delitos son cíclicos. Ahora mismo han crecido los robos y las estafas, sobre todo en internet. Aun así, teniendo en cuenta los índices se puede decir que es bastante seguro. 

¿De qué manera afectará la pandemia a la criminalidad? 
Ya está afectando, pero se podrá ver dentro de unos años cuando se hagan análisis en profundidad. Pasará el riesgo de contagio pero seguiremos manteniendo unas dinámicas y eso puede que afecte a delitos como los hurtos o los robos en casas. Sin embargo, el peligro es cada vez más evidente en la red. 

Ha trabajado como detective privado, un oficio que siempre tendemos a relacionar con el cine negro. ¿Se asemeja algo a lo que vemos en las películas? 
La ficción ha ayudado mucho a dar a conocer nuestro trabajo, pero también ha hecho mucho daño. Cuando estaba en ese sector, mi trabajo iba desde el clásico seguimiento a una persona por infidelidad a una investigación de una empresa por impagos. Claro que había que mimetizarse con el ambiente para pasar desapercibido, pero nuestra imagen está muy lejos de cómo nos muestran en las películas y series. 

¿Contratar un detective privado es más habitual de lo que se cree? 
Sí, de hecho hay páginas especializadas que son exclusivamente de anuncios de detectives. No obstante, yo creo que se deberían contratar más porque hay muchas situaciones en las que sus informes son muy importantes cuando se presentan en juicios.