Atrapada en El Salvador

R.C.G.
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La mirandesa Susana Fernández-Rivera lleva desde el lunes en el aeropuerto de dicho país por un fallo en el avión

Atrapada en el Salvador

Atrapada en el Salvador
Atrapada en el Salvador

Las que habían sido unas vacaciones inolvidables se han torcido en el viaje de vuelta. Después de diez días en Guatemala, el avión que debía conducir a Susana Fernández-Rivera y al resto de pasajeros hasta Madrid hizo una inesperada escala en El Salvador debido a una avería técnica. Desde entonces están retenidos en el país centroamericano sin que desde Iberia les den una explicación exacta de lo que sucede. Han pasado casi dos días y todavía no saben con exactitud cuando regresarán. Al cierre de esta edición les habían asegurado que iban a poner un vuelo especial por la noche (la diferencia horaria con España es de siete horas menos), un aviso que les ha llegado a través de un mensaje de texto en sus móviles porque "nadie da la cara", asegura esta mirandesa, molesta con los continuos retrasos. "Hasta que no nos montemos en el avión y despeguemos ya no me creo nada. Si seguimos así vamos a besar tierra cuando lleguemos a Barajas", apunta con un toque de humor necesario para sobrellevar una situación que se está convirtiendo ya en una pesadilla. Y es que en el mejor de los casos, si se cumple la última promesa, llegarán a España con más de dos días de retraso. La primera versión cuando hicieron la escala fue que tenían que esperar cinco horas para arreglar el fallo. Era la tarde del lunes. Transcurrido ese tiempo y ante la imposibilidad de despegar, les realojaron en diferentes hoteles para pasar la noche a la espera de noticias. Pero las horas se han ido sucediendo sin que nadie se dirija de manera oficial a las cerca de 400 personas que esperan poder volver a su casa. "Un grupo fuimos a buscar al responsable de Iberia en el aeropuerto ya cansados de esperar", explica Ferández-Rivera. La respuesta no fue muy convincente ya que les aseguró que se había encargado una pieza a España y que cuando la recibiesen la probarían, pero sin la certeza de que esa sea la solución. "Dicen que si cuando llegue no funciona no tienen mecánico disponible para arreglar la avería. En esas condiciones ¿quién se anima a cruzar el charco?, así que parece que pondrán otro avión", explica esta mirandesa indignada, como el resto de compañeros de aventura, con la "pésima atención" que les está brindando la compañía. "No dicen nada, nos atienden de malas maneras cuando nos quejamos, nos dan largas,... sientes mucha impotencia", remarca.La espera en El Salvador se está haciendo eterna. "Tenemos familias, trabajos, negocios,... necesitamos volver ya a casa", afirma Fernández, que tiene un establecimiento comercial y que está convencida de que se podía haber gestionado mucho mejor el problema ya que los pasajeros sienten que Iberia les ha dejado tirados. Mientras aguardan el accidentado final de su viaje, se consuelan recordando los mejores momentos de su paso por Guatemala, un país que ha cautivado a Fernández-Rivera porque "tiene volcanes, las ruinas Tykal, el lago Atitlan,... Pero sobre todo la gente es espectacular", subraya. Junto a un grupo ella partió de España el 26 de diciembre y tenía previsto llegar para el día de Reyes, con el objetivo de reincorporarse a la rutina laboral. No podrá cumplir con los plazos pero a estas alturas se conforma ya con salir cuanto antes de El Salvador