400 barreras arquitectónicas en el barrio de Santa Catalina

I.M.L.
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La asociación de vecinos del barrio y Disfar priorizan las acciones que se deberían ejecutar para eliminarlas

Vecinos, e incluso concejales, probaron por sí mismos lo complicado que es ir en silla de ruedas por las calles de este barrio, aunque solo sea empujando. - Foto: DB

Nada como vivirlo en carnes propias para saber los impedimentos que suponen las barreras arquitectónicas para aquellos que tienen alguna discapacidad, ya sea motriz o visual, permanente o temporal, incluso si se lleva un carrito de bebé o el de la compra. Para facilitar esa experiencia, la Asociación de Discapacitados Físicos de Aranda y Ribera (Disfar) ha ideado unos recorridos didácticos, comenzando por el barrio de Santa Catalina en colaboración con su asociación de vecinos.

El listado de las trabas urbanísticas a las que se tienen que enfrentar los vecinos en esta zona de Aranda, donde están situados un centro de salud, los juzgados y la Casa Cuartel de la Guardia Civil, además de un instituto y dos centros escolares, es desalentador. «Se han detectado cerca de 400 barreras que incumplen la norma de accesibilidad vigente», destacan desde las dos asociaciones en un documento que han remitido al Ayuntamiento, para que se tomen en serio «la puesta en marcha del Plan General de Accesibilidad existente, asignando partidas presupuestarias constantes en el tiempo, hasta la total eliminación de las barreras urbanísticas, arquitectónicas, de transporte y sensoriales».

Conscientes de que es mucho trabajo, desde Disfar apuntan que las primeras que deberían suprimirse son aquellas «que supongan riesgo de accidente para los peatones», como escaleras, rampas, bordillos y resaltes. El siguiente paso, consideran que debería ser la reforma de vados peatonales o la creación donde no lo haya, la supresión de los vados vehiculares que invaden la zona de paso de peatones o buscar una solución de itinerario mixto de vehículos y peatones. Por último, ponen el acento también en la urgencia de «adaptar el mobiliario urbano y otros elementos urbanísticos» a las normas actuales.
Con esta priorización de las obras que se deberían acometer, el colectivo de personas discapacitadas esperan que el Ayuntamiento se tome en serio la eliminación de los centenares de barreras que se encuentran en su día a día.

 

PRIORIDADES

El trabajo sobre el terreno ha servido para identificar cada uno de los incumplimientos de la normativa de accesibilidad.
Muchas se repiten en todas las calles, pero el informe especifica zona por zona los puntos prioritarios.

Avenida de Burgos: El cruce de esta vía con la calle Fernán González tiene unos vados peatonales sobre los que corre prisa actuar.

Calle Fernán González y adyacentes: Además de que los vados peatonales no cumplen la normativa, los vados vehiculares no respetan el itinerario peatonal, el mobiliario urbano impide el tránsito y los contenedores son inaccesibles para cualquier discapacitado. Problemas que se detectan también en la zona de Los Bloques.

Calle Hospicio: Se considera urgente actuar en el cruce con las calle Pedro y Pizarro, aunque dado su estado «lo ideal sería reurbanizar toda la calle», apuntan desde Disfar.
Calle Santiago: Los vados peatonales son del todo anti normativa. «Es imprescindible actuar urgentemente sobre los vados que carecen de pavimento táctil y ofrecen pendientes excesivas sin enrasar y tienen cantos vivos», especifican.

Calle Pedro San Abad: Como prioridad, piden que se actúe sobre las entradas de acceso al parque de la Huerta, tanto en las escaleras como en la rampa.

Calle Pizarro: La lista de necesidades es larga: adaptar los vados peatonales, que no tienen enrasado con la calzada, ni pavimento direccional pero sí cantos vivos; los contenedores de basura no son accesibles, ni en ubicación ni por embocadura; el mobiliario urbano está pegado a la línea de fachada; los vados vehiculares invaden el peatonal y en las escaleras frente al polideportivo Príncipe de Asturias hay que corregir las medidas de seguridad.

Comunes: La lista de incumplimientos de la normativa de accesibilidad se alarga en este barrio, afectando a otras zonas como las calles Mirabuenos, Hontanar, Valdecarros, Ponce de León, Núñez de Balboa, Tenerife, Palomas, Cañadas o Santa Margarita. Los problemas son comunes, con vados peatonales no aptos, contenedores de basura fuera del alcance de la acera o falta de pavimento táctil.