El Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente al mes de septiembre, en comparación con el indicador hace exactamente un año, se ha disparado un 4% en Burgos. Así se desprende de la estadística que publicó ayer el INE, y que tiene como principales culpables de esta subida a la electricidad y a los carburantes. A nivel regional el IPC subió en Castilla y León un 4,% en septiembre con respecto al mismo mes de 2020, cinco décimas más que la media nacional, que lo hizo un 4%.
Por un lado, la luz y el gas han subido en los últimos doce meses hasta un 32,8%, mientras que el gasoil y la gasolina lo han hecho un 15,7%. Destaca también el alza del 5,3% en el capítulo de cristalería, vajilla y utensilios para el hogar, así como la subida del 4,2% en muebles y accesorios, alfombras y otros revestimientos de suelos.Por contra, los precios se desploman un 7,8% entre los equipos de telefonía y fax, un 3,5% en artículos y equipos para ocio, jardinería y animales domésticos y un 2,4% en servicios de telefonía y fax.
MÁS SUBIDAS. Volviendo a términos autonómicos, en relación al año pasado, además de la vivienda y el transporte, los precios se elevaron también en alimentos y bebidas no alcohólicas (2%), vestido y calzado (1,1%), menaje (1,2%), medicina (0,8%), enseñanza (1,1%), hoteles, cafés y restaurantes (+1,1%), bebidas alcohólicas y tabaco (0,1%) y ocio y cultura (0,5%) El único descenso de los precios se registro en comunicaciones, con una caída del 2,8%. La tasa anual del IPC aumenta en todas las comunidades en septiembre respecto a agosto. El mayor incremento se produce en Cantabria, con una subida de un punto. Por su parte, Navarra registra el menor aumento de su tasa anual, con una subida de cinco décimas.