Vuelve la catequesis y llegan las primeras comuniones

ALEJANDRA G. FEIJÓO
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La Iglesia de San Rafael Arnaiz ofrece la oportunidad de realizar comuniones individuales a las 20:15 horas. El resto de las parroquias optan por aplazar los rituales sacramentales a los meses de septiembre y octubre

Vuelve la catequesis y llegan las primeras comuniones

Con la llegada de la pandemia las celebraciones cristianas también han tenido que adaptarse a las circunstancias. Desde la archidiócesis de Burgos indicaron en marzo a los párrocos de las correspondientes iglesias de la ciudad que aplazaran las comuniones -así como las confirmaciones y  los bautizos-, al último cuatrimestre del año. Si la situación lo permite, retomarán las clases de catequesis en septiembre reduciendo el número de personas por grupos y respetando en todo momento las medidas sanitarias recomendadas. Sin embargo, ante la incertidumbre de un posible rebrote en el mes de octubre, muchas familias han solicitado alternativas más seguras.

Lucinio Ramos, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, mantuvo un diálogo con los padres de los niños que estaban recibiendo la formación de la primera comunión durante este curso para buscar una solución factible que se adecuase a la nueva normalidad. Puesto que en los meses de verano se complica la reunión propia de estos acontecimientos, decidieron por consenso celebrarlas los domingos del 13 y el 20 de septiembre. De esta manera, un total de veintisiete familias se han asegurado que los más pequeños reciban el sacramento para el que llevan meses preparándose. En las dos últimas semanas de junio han acudido a Fátima para finalizar las clases de catequesis pendientes así como el sacramento de penitencia necesario para poder hacer la comunión.

En la parroquia de San Rafael Arnaiz, situada en el barrio del G3, exprimen el ingenio ofreciendo a las familias celebrarlas de forma individual. Álvaro Tajadura, sacerdote de la Iglesia, subraya que, a pesar de que no se respire el ambiente de celebración habitual en las comuniones de grupo, es una forma de poder realizar la ceremonia con la tranquilidad de estar evitando el contacto con personas ajenas al círculo familiar. Esta alternativa se está empleando también en las iglesias de los pueblos de la provincia, opción por la que se han decantado numerosos padres que han preferido trasladarse y garantizar la celebración en un espacio menos contagioso. De una manera u otra, se espera que para finales de octubre todos los niños que tengan el deseo de recibir el sacramento puedan hacerlo.

Las familias han manifestado su preocupación con respecto al aforo limitado en las iglesias, no obstante, los sacerdotes pedirán al resto de ciudadanos que no estén implicados con las comuniones que no acudan en estos días señalados.

Funerales post-covid. Pese a que los curas pudieron dar el sacramento de la unción a los enfermos durante la pandemia, los funerales quedaron aplazados hasta nueva orden para de esta manera evitar las aglomeraciones. Con la desactivación del estado de alarma, no son pocos los allegados que se están acercando a las parroquias para pedir a los sacerdotes la celebración del ritual fúnebre que no pudieron realizar. Con la presencia de las urnas de incineración, dan el último adiós a los fallecidos en estos meses. Otra opción que se está frecuentando en las eucarísticas de estas semanas es la de efectuar las mismas en memoria de un difunto -a petición de las familias-, recordándole nominalmente en las peticiones.

Asimismo, los párrocos aseguran que las misas diarias se están  adaptando a esta nueva normalidad con lentitud. Un dato que no es de extrañar teniendo en cuenta la media de edad habitual en estos encuentros.  No obstante,  las eucaristía de los domingos están muy próximas a alcanzar el 75% del aforo exigido por las autoridades.