El viaje en busca de una identidad

Javier D. Bazaga (SPC)
-

Rafel Nadal indaga en 'El hijo del italiano' en la vida de uno de los marineros que se refugiaron en los balnearios de Caldas de Malavella tras el naufragio del acorazado 'Roma' en 1943

El viaje en busca de una identidad

El hijo del italiano (editorial Planeta), narra la historia de Mateu y de su madre, «que es la verdadera protagonista de la novela», según su autor, Rafel Nadal, y que no es sino la historia real de un secreto del que nadie en el idílico pueblo de Caldas de Malavella (Gerona) habla, pero que todo el mundo sabe y conoce.

En 1944, poco antes de que naciera Mateu, el municipio se encontraba inmerso, como muchos otros, en las miserias de la posguerra, con sus desconfianzas, recelos, familias rotas y muertos. Pero un acontecimiento extraordinario vino a modificar ese paisaje con la llegada de un millar de supervivientes del acorazado Roma, buque insignia de la Marina Real italiana, bombardeado por los alemanes el 9 de septiembre de 1943 como venganza por el armisticio alcanzado entre Italia y los aliados.

Las calles de esta localidad de la costa catalana se llenaron de marineros que revolucionarion la vida y la rutina de sus habitantes. Una presencia que a muchos, sobre todo a los jóvenes, les ayudaba a soñar en otros países.

A la muerte de su madre, 70 años después de aquel acontecimiento, a raíz de la aparición de una misteriosa fotografía, Mateu comienza a hacerse preguntas. Siempre se había sentido diferente siendo el tercero de cinco hermanos en una familia rota, y que nunca había sentido como suya. «Mi padre y mis hermanos gritaban, se peleaban, maldecían, blasfemaban y no pagaban en metálico nada de lo que compraban. Yo no soportaba los gritos y no me resignaba», recuerda Mateu en este fragmento de la novela. Aquí ya «se sabe diferente», señala el autor, por lo que tras la muerte de la madre en 2003, cuando «ya no puede ofenderla con sus preguntas», decide buscar a su padre ante los rumores del pueblo de que él podía ser uno de los hijos ilegítimos que aquellos italianos dejaron durante su estancia en Caldas.

«Aquí empieza la verdadera acción de la novela», y de los siete meses que esos 1.000 marineros permanecieron en el pueblo tras el hundimiento del Roma, apunta Nadal. «La de la búsqueda de aquel italiano desconocido que silbaba canciones napolitanas y llevaba a lavar la ropa a la madre de Mateu».