Como en los toros, división de opiniones en los tendidos. La renuncia de Javier Lacalle, exalcalde y actual portavoz del PP, a su acta de concejal después de 21 años de vida política local para dedicarse a su tarea parlamentaria como senador por Burgos ha causado sin duda también sorpresa en la ciudad y en las distintas bancadas.
El actual alcalde, Daniel de la Rosa, señaló que ahora lo que toca es reconocer a Lacalle «sus aciertos, su dedicación y su compromiso con la ciudad». En este sentido el político socialista no ocultó que ha cometido errores y que les han separado enormes diferencias políticas, pero siempre ha habido un trato personal cordial. «Se va el último de esa generación marcada por el bipartidismo, pero también un hombre de diálogo y consenso con el que pactamos presupuestos, reestructuración de los consorcios, ordenanzas y otros acuerdos fundamentales para la estabilidad municipal y el futuro Burgos en tiempos difíciles», recordó. Por eso confía en que con Carolina Blasco haya ahora, que gobierna el PSOE, esa misma entente. «Hay que ser críticos, pero también responsables y útiles a la ciudad como lo fuimos nosotros cuando estábamos en la oposición. Han cambiado las tornas y les toca al PP». El alcalde destacó también que hay que agradecerle su impulso y trabajo en proyectos como el bulevar, peatonalizaciones gestados durante su etapa como concejal de Fomento o como alcalde. «Le deseo lo mejor como senador y que siga trabajando por Burgos», concluyó.
La persona que tomará el relevo de Lacalle al frente de la portavocía del PP y de la oposición será Carolina Blasco, que ayer admitía no sentirse sorprendida por el anuncio. «Javier había ido avanzando desde hace tiempo su intención de abandonar la política local.Ha terminado una etapa y ahora abordará otros retos profesionales», apuntó, al tiempo que le agradeció «la ayuda prestada al grupo tras las elecciones». De cara al futuro,Blasco está pendiente de la decisión que tomará la siguiente en la lista,Andrea Ballesteros, pero augura algún que otro cambio en la dinámica. «Al haber distintas personas lógicamente habrá cambios, pero lo prioritario siguen siendo los ciudadanos», indicó Blasco, que ya sonó para sustituir al exalcalde antes de los comicios de 2019.
Por su parte, Vicente Marañón, portavoz de Ciudadanos, fue especialmente crítico con la decisión de Lacalle de dejar su escaño municipal y consideró que lo debía haberlo hecho mucho antes. «Tenía que haberlo hecho hace cuatro años. Se va ahora del Ayuntamiento de Burgos, a hurtadillas y en extrañas circunstancias. Estoy seguro que no es el final que esperaba. Después de 21 años de vida local esperaba salir por la puerta grande y no ha sido así», aseveró.
El dirigente naranja destacó, no obstante, el talante dialogante de Lacalle y su cintura política además de su compromiso y esfuerzo con la ciudad. No se olvidó de su renuncia a la candidatura a alcalde en la investidura, aceptando a regañadientes el malogrado pacto PP-Ciudadanos. «Las cosas no cambiarán con Carolina Blasco, nosotros estamos a garantizar la estabilidad insitucional y de ciudad y eso pasa por apoyar en este momento al PSOE que es el que gobierna el Consistorio», concluyó.
En las filas de Vox, su portavoz, Ángel Martín, señaló que la gestión de Lacalle deja claros, pero también muchas sombras. «Sin duda hay cosas positivas después de tanto años. Este año y dos meses de legislatura le sobraban. Debía haberlo dejado antes», concluyó. Una de las sombras del mandato de Lacalle, en su opinión, fue el bulevar de Gamonal, pero también su plegamiento a Madrid y a ese «ridículo pacto con Ciudadanos para que Marañón fuera alcalde». En el debe también apuntó la falta de una reforma interior del Ayuntamiento.