Las cábalas de un festival

I.L.H.
-

Las ideas y pasión de 17 amigos de las charangas y la música mueven el BBFest, el Burgos Brass Festival que arranca el jueves. Son La Kábala y acaban de añadir al cartel a Los Chones

Los organizadores del encuentro integran la asociación La Kábala, agrupación creada para que el festival pueda seguir creciendo. - Foto: Valdivielso

Con el dinero de una charanga montaron una fiesta dedicada a la música. Sin ninguna pretensión. Pero les salió tan bien que decidieron hacer algo similar aunque más grande al año siguiente. Y al siguiente, un poco más. Así hasta llegar al Burgos Brass Festival de 2021, con ocho conciertos en cinco días. «La cosa creció sola», apunta Samu. «Y cuando todo se empezó a liar a nivel legal decidimos unirnos y crear una asociación. Cada uno teníamos ya de antes nuestro papel asignado: tickets, cartel, los regalos, la tesorería, el hospedaje... Así que fue cuestión de hacerlo oficial», añaden Jaime, Ana y Nacho.

Nos lo cuentan en el descanso de la reunión interrumpida para conocerles y saber qué les lleva a liarse la manta a la cabeza con todo lo que implica la organización de un festival. Están presentes once de los diecisiete socios de La Kábala, y han llegado desde Burgos, Aranda, Pradoluengo y Madrid. No son profesionales de la música, ni tienen los contactos de una empresa. Son amigos de charanga y de fiesta, aficionados a los conciertos y con el mismo escaso tiempo libre que la mayoría de los mortales. Pero tienen ganas, ilusión e ideas y eso mitiga todo lo demás. «El Charamburu fue un san Queremos y como hay tan buen rollo, decidimos ir más allá, plantearnos objetivos más grandes y dar un salto de calidad para no encasillarnos». 

La elección y negociación de los grupos del BBF la realizan con un año de antelación: «Es verdad que todo lo hacemos de manera democrática, pero hay dos o tres encargados de esta tarea, que son los que más controlan. Luego, sí, hay que llevarlo a la asamblea para aprobarlo, pero en general cada cual confía en la labor del otro. Además, cuando se lleva al debate final ya hemos compartido vídeos en el grupo de WhatsApp y sabemos cómo suenan. En ese sentido somos muy abiertos y cualquiera puede presentar una propuesta. Incluso gente de no sea de La Kábala».

Si la idea no cuajara en el festival, quizá pudiera tener encaje en otro momento porque la asociación quiere ir más allá del Burgos Brass. «Como La Kábala se creó casi al tiempo del BBF parecía que era lo mismo. Pero el año es muy largo y hay más oportunidades. No queremos limitarnos al festival. Si hay algo interesante que podamos traer en otras fechas vamos a ir a por ello», afirman mientras insinúan sin confirmar un evento para marzo de 2022.

Pero eso aún queda muy lejos. El BBF está a la vuelta de la esquina y las únicas cábalas que ahora les interesan son las que necesitan para sacar adelante los conciertos previstos del 7 al 11 de octubre, divididos en tres líneas: delicatessen, canalla y en familia. La primera la integran las actuaciones de En Sepia (el día 7) y Spanish Brass (domingo 10). La fiesta canalla la conforman Artistas del Gremio (viernes 8), La Regadera (sábado 9) y Juicio Final (lunes 11). Para toda la familia son Pimienta Brass Band y Sopa Risa, ambos el día 9. Y como son tan inquietos y dinámicos, ayer incorporaron al cartel una octava actuación: la de Los Chones el sábado en la cárcel, junto a la Fundación Caja de Burgos y La Caixa.