«Pelayo arranca algo y luego El Cid sale y mete los goles»

I.L.H.
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Debutó con 'Historias del Kronen', con el que fue finalista del Nadal y ganó un Goya por adaptar su guion. José Ángel Mañas es autor de 'Soy un escritor frustrado' o 'Sospecha'. Esta tarde, a las 19.30 horas, habla de su nueva novela

José Ángel Mañas, escritos, guionista e historiador. - Foto: Asís G. Ayerbe

El autor de Historias del Kronen y Mensaka aborda en su nueva novela histórica al rey de los godos, el personaje de la Reconquista al que, según José Ángel Mañas, no se le ha prestado la atención que merece. Pelayo debería ser una leyenda tan popular y conocida como la del rey Arturo, con quien lo compara. O con la del Cid, al que se le han dedicado películas, series y novelas. En el libro que presenta esta tarde en el Instituto de la Lengua de la mano de la librería Luz y Vida y dentro del ciclo La Isla de Cultura (19.30 horas, con Leandro Pérez), Mañas pone en boca de su hermana Adosinda lo que ocurrió entre el año 711, cuando los musulmanes invaden el país (Spania) con la batalla de Guadalete, y el 722, cuando se recupera en la batalla de Covadonga. 

Compara el mito de Pelayo con el del Cid... y viene a presentarlo a Burgos, ¿sabe dónde se mete?
-Ríe-. Es una rivalidad bonita entre dos vecinos. El Cid hasta ahora se lo ha comido todo: desde el cantar a obras de teatro y pelis, la serie de Amazon, la novela de Pérez-Reverte -que con ella por lo menos en diez años no se puede escribir nada más-. En cambio Pelayo, que está cercano en el tiempo y también tiene su importancia, se ha quedado por el camino. Además, históricamente, Pelayo arranca algo y luego El Cid sale en la segunda parte y mete los goles. Sin embargo no se le ha prestado atención. Es cierto que hay más bruma y no se sabe tanto. Pero creo que su mito debería de crecer. 

Cuando se puso a pensar en el tema de la novela, ¿qué le interesaba de Pelayo y por qué?
Lo que me interesaba, en realidad, era el 711 y la invasión de los árabes. Lo que he hecho en mis novelas históricas es reflexionar sobre momentos cruciales de la historia de España: Vísperas del 36 sobre la Guerra Civil, Conquistadores de lo imposible con la aventura en las Américas y en El hispano hablo del cerco y destrucción de Numancia. Aquello me llevó a reflexionar sobre la invasión romana y al 711, preguntándome cómo es que los romanos tardaron dos siglos en conquistar la península y a los musulmanes, les resulta tan fácil.

¿Y cuál es la respuesta?
La comparación con la conquista de América es muy iluminadora: ahí donde había una autoridad más o menos enraizada, la decapitas y controlas un territorio muy basto rápidamente; en cambio donde no lo había tenías que ir conquistándolo a pico y pala, pueblo a pueblo. De alguna manera los romanos hicieron el trabajo sucio y cuando llegan los musulmanes hay un reino más o menos centralizado, unas calzadas estupendas -que también ayudan para los desplazamientos- y una guerra civil entre los partidarios de Vitiza y los de Rodrigo. Para contar esta historia necesitaba un héroe y aparece Pelayo, del que no era consciente. Y cuando echas un vistazo a las crónicas cristianas, aunque todo esté cuestionado, te das cuenta de que si fue espatario del rey Rodrigo (miembro de su guardia personal) tuvo que luchar en la batalla de Guadalete (que da inicio a la invasión musulmana) y, si también lo hizo en la batalla de Covadonga (que cambia las tornas), tengo al héroe que necesito cubriendo el periodo que quiero narrar.

¿Qué ha aprendido del personaje y cómo es el Pelayo que usted crea?
Dando por bueno lo que dicen las crónicas, que sí creo pudo haber una manipulación sobre todo en la crónica de Alfonso III, está claro que fue una persona pudiente (...).

(Entrevista completa, en la edición impresa de Diario de Burgos de este martes o aquí)