Vía para desatascar los apartamentos turísticos de Huelgas

C.M.
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Los promotores presentan una alegación contra la negativa de Patrimonio Nacional y cuestionan que este organismo sea competente para decidir los usos de un inmueble aunque esté frente al monasterio

El edificio ubicado en el número 13 de la calle Alfonso VIII lleva décadas en estado de abandono. - Foto: Alberto Rodrigo

La imagen que ofrece la casa en ruinas ubicada en el número 13 de la calle Alfonso VIII no es la más adecuada para el entorno del Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas por el pasan cientos de turistas. La última iniciativa para su rehabilitación y conversión en apartamentos turísticos se topó con la negativa de Patrimonio Nacional, que es perceptiva para seguir adelante. 

Sin embargo, desde el área de Licencias del Ayuntamiento tratan de abrir una vía para retomar el proyecto y recuperar el inmueble que acumula décadas de abandono. Para empezar los promotores han presentado una alegación contra la decisión del organismo nacional propietario de buena parte de este emblemático entorno argumentando que no es competente para decidir los usos que se da a un edificio privado. «Hay que explorar esta vía para ver si es viable y lograr que se recupere este edificio», apuntó el concejal de Licencias, Daniel Garabito. 

Hace ya medio año que la propiedad, Feitusa Promociones S.L., presentó el proyecto en el Ayuntamiento para construir cinco apartamentos turísticos pero Patrimonio Nacional consideró que esta era una actividad «respetuosa con el entorno de protección» de un monumento declarado Bien de Interés Turístico Cultural (BIC).

Desprendimiento de parte del tejado ocurrido hace un mes.Desprendimiento de parte del tejado ocurrido hace un mes. - Foto: DB

El organismo nacional temía que la construcción de un negocio de esas características pudiera implicar «mayores afecciones al entorno por incremento de ruido, densidad de ocupación del inmueble, mayor número de vehículos (que implica ocupación de plazas de aparcamiento en el exterior ya que está prohibida la construcción de sótanos) o alteración de las condiciones de uso tradicional de este barrio». De modo, que la iniciativa quedó parada y ahora se trata de retomar. 

La ficha del PGOU data el edificio en 1850 y establece la obligación de mantener de las fachadas y sus elementos característicos y  la placa del portal.

Mientras, desde el Ayuntamiento se ha declarado la ruina inminente del edificio después de que hace un mes se produjera el desplome de parte del tejado, lo que causó un gran estruendo que asustó a los vecinos de las casas colindantes y obligó a la intervención de los Bomberos para asegurar los elementos. Tras el informe técnico se constató la necesidad de intervenir a la mayor brevedad.

El estado en el que se encuentra este edificio supone un auténtico borrón en un entorno histórico y protegido. De hecho, anteriores derrumbes (hace años se desprendió parte la fachada) obligaron a la propiedad a colocar  un vallado. Los vecinos de los edificios colindantes no solo soportan la amenaza de ruina y el impacto negativo que da al entorno sino que también es un foco de ratas y en ocasiones de conejos.