El último círculo de Podemos confirmó la división que existe en el seno del partido y que tiene su mejor ejemplo en las discrepancias entre los dos concejales que conforman el Grupo Municipal, Margarita Arroyo e Israel Hernando. La primera se convirtió en portavoz después de la dimisión de Raúl Salinero, al ocupar el segundo puesto de la lista, y el segundo entró de concejal al ser el número tres y desde finales del año pasado ha tomado  las riendas de la organización tras ser nombrado secretario general.

La manera de realizar la gestión política de cada uno de ellos no ha estado exenta de tiranteces desde el principio pero los problemas se han agudizado desde que Hernando fue elegido cabeza de la organización, máxime cuando Arroyo dio su apoyo a Ignacio Palma, que también concurrió a ese cargo y acabó derrotado al obtener 34 votos frente a los 67 de su contrincante.

Margarita Arroyo acusa a su compañero de «ir por libre» y tomar decisiones «sin consultar conmigo, que soy la portavoz». Pone como ejemplos, la decisión de Herrando de votar a favor de la concesión de la gestión del campo de fútbol de El Plantío en el consejo de Deportes sin haber consensuarlo con el grupo de trabajo municipal,la propuesta de dotar con 17 millones a la nueva campaña de bonos al consumo, o sus conversaciones con el PPy Vox para plantear una alternativa al IIPlan de Crisis del bipartito. «Esto último lo conseguí frenar pero no es lógico que hable con otros portavoces sin consultarme. No lleva bien que yo fuera la portavoz, quizás por ser mujer», aseguró Arroyo.

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