"La promoción turística lleva años parada. No tenemos plan"

R.P.B.
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Presidente de la Federación de Hostelería de Burgos

Enrique Mata, presidente de los hosteleros. - Foto: Patricia González

Estuvo dos años como vicepresidente y ahora lleva ya uno como máximo responsable de la Federación de Hostelería de Burgos en un momento bueno para el sector, lo que no significa que tengan reclamaciones, temores o miedos ante el presente y el futuro. Enrique Mata (Burgos, 1985), que ha sido ciclista profesional, sabe lo difíciles que son las carreras de fondo. 

¿Qué diagnóstico hace del sector tras un año al frente de la Federación de Hostelería?
La salud de la hostelería en Burgos es muy buena. Lo digo como hostelero y como cliente, como ciudadano. Ha ganado en calidad, en variedad... En muchísimos aspectos. 

Parece claro que se puede hablar de ‘boom’ hostelero. ¿Hay sitio para todos?
Ha habido ‘boom’, eso no se puede negar. 

¿Se pinchará esa burbuja como pinchó la del ladrillo?
Bajará un poco o se estancará. Estamos viendo que están abriendo muchos negocios en el centro histórico, pero se están cerrando en los barrios. ¿Que haya para todos? Aún es muy difícil saberlo. Hay gente que ha hecho grandes inversiones y ahora está un poco pillada. Hay bares y restaurantes que mucha gente se sorprendería de saber que andan fastidiados, por más que siempre veas gente: hay que pagar el alquiler, la reforma, la gente contratada. Nosotros creamos muchos puestos de trabajo. Muchos abrimos de ocho de la mañana a doce de la noche. Eso son dos o tres turnos.

¿Tienen entonces temor a cierta recesión en el sector?
Claro que sí. Pero no a corto plazo: tenemos muchas esperanzas depositadas en 2021. Las perspectivas del VIII centenario de la Catedral, el año jubilar... Son muy buenas. Sabemos que va a venir mucha gente a Burgos. Hasta entonces calculamos que seguirá registrándose la apertura de nuevos establecimientos. Pero a medio o largo plazo será otra cosa.

¿Es lo que más les preocupa, ese medio o largo plazo?
Lo que más nos preocupa es el tema de la promoción turística de la ciudad. Deja mucho que desear. 

¿Se puede hacer más?
¡Se debería empezar a hacer! Llevamos muchos años parados. Es cierto que tuvimos una muy buena promoción durante los años en los que estuvo en marcha el Plan Estratégico. Pero ahora, con la nueva sociedad... No digo que se haga mal, sino que deberían tener un plan. Pero no de un año para otro, sino un plan a diez años vista. Deberían obviarse los colores políticos de cada momento y establecer un proyecto de ciudad, estable, que esté marcado a diez años vista o cuatro o cinco años.

O sea, que Promueve Burgos promueve poco...
Poco. Ahora han ido a promocionar Burgos ¡a China! ¿Cuántos chinos van a venir? El año que viene quieren ir a Brasil... ¿No será mejor que nos conozcan bien o mejor en lugares más cercanos como el País Vasco, Galicia o Madrid? Siempre será mejor empezar por lo más cercano, que además son los clientes potenciales con más posibilidades reales de que vengan. ¿Que pueden venir chinos? Claro que sí, pero, en fin...

Les queda un poco a desmano, sí.
Hay que empezar por España e ir creciendo poco a poco. De ahí lo importante de trabajar con un plan a varios años vista. 

Les hacen poco caso, entiendo...
Ninguno. 

Una de las últimas polémicas ha sido la de la maratón que aisló buena parte del centro de la ciudad y de cuyas quejas se hicieron ustedes eco... Los promotores de estos eventos siempre defienden que es la hostelería la gran beneficiada...
No vemos mal que se hagan eventos deportivos en el centro de la ciudad; pero lo que no se puede hacer es cortar todo el centro. Yo soy deportista, me gusta el deporte y veo bien que el centro sea escenario de actos deportivos. Pero la realidad es que llevamos cuatro fines de semana seguidos con el bulevar cortado, por ejemplo. Quizás podrían espaciarse estos acontecimientos o no siempre cortar los mismos sitios, menos aún cuanto estos son arterias importantes de la ciudad. La movilidad de la gente es importante. En el caso concreto de la maratón recibimos muchas quejas de turistas que no podían ni entrar ni salir de los aparcamientos de la plaza Mayor y del Museo de la Evolución Humana. Es cierto que esos eventos dejan dinero en la hostelería, porque mueven mucha gente que también viene de fuera y hace gasto. Entendemos que es complicado dar gusto a todos. Vaya por delante que yo no sacaría los eventos deportivos del centro de la ciudad. Quizás se podría dar una vuelta para que la movilidad sea mejor. Sería bueno estudiarlo.

¿Están contentos con el turismo congresual o se podría mejorar?
Estefanía Montes [la primera gerente que tuvo el Fórum Evolución] hizo un gran trabajo. Era muy buena y colocó muy bien Burgos. Y ahora sigue funcionando bien. Javier Peña (director de la Oficina de Congresos) también es muy bueno. 

También el asunto congresual tiene su polémica... El precio de los hoteles. Desde el Ayuntamiento de Burgos se denunció el abuso en el incremento de las tarifas para los congresos.
Y es cierto. Hay congresos que se están perdiendo por el precio de los hoteles, que a veces son excesivos.

O sea, que es cierto que los hoteles aprovechan para subir los precios ex profeso.
Los hoteles dicen que no. Pero a Burgos se puede venir a un hotel por 35 euros y 225...

Eso no es normal...
No, pero es así.

Los hoteles lo desmienten...
Mira Booking todos los meses... Sabemos que es la ley de la oferta y la demanda.

Será legal, pero no leal...
También podríamos juntarnos todos los restaurantes y cuando haya un congreso subir los precios de los menús. Pero no lo hacemos.

Lo habrán hablado con los hoteleros más de un vez...
Somos la misma federación. Ellos hablan siempre de la oferta y la demanda y niegan la subida abusiva de los precios.

¿Habrá algún día un acuerdo definitivo con las terrazas?
Estamos teniendo reuniones y creo que vamos hacia una solución, pero hasta que no lo vea no voy a creerme nada.

¿Hay mucho en juego?
El problema de las terrazas afecta a unos mil puestos de trabajo directos que se pueden perder; hablamos de que en un negocio de seis, se pueden perder tres, la mitad. Queremos una unificación de criterio y que este no cambie cuando cambia el gobierno municipal. Hay que pensar que hay muchos hosteleros que van a hacer una inversión importante que puede no servir de nada si a los cuatro años cambia la normativa. Las terrazas cuestan muchos miles de euros que no se amortizan en varios años. La lucha va a ser duro, pero la verdad es que el nuevo equipo de gobierno nos está escuchando. Pero también nos escucharon otros y luego hicieron lo que les dio la gana. Hay que ver lo que nos presentan al final. Presentamos más de 120 alegaciones. 

La hostelería se ha beneficiado del renovado interés, de un tiempo a esta parte, por la gastronomía. ¿No estamos ante otro ‘boom’?
La gastronomía interesa, sí. Y ha ayudado mucho. La cocina moderna se puso muy en boga, pero se está volviendo a la cocina tradicional. Cada vez se demanda más. Se reclama. 

¿Hay gente viene a Burgos solo a comer?
Viene un poco por todo. Porque tenemos muchas cosas que ver. Y que comer, claro.

Esa buena salud de la hostelería de la que llevamos un rato hablando no puede trasladarse a la la noche. ¿Qué ha pasado con la hostelería nocturna?
La noche ha cambiado totalmente, como cambiamos todos. La noche ha cambiado como concepto. La noche está muy tocada, esa es la verdad. Quizás porque la hemos tocado mucho entre todos. La gente fue alejándose de los bares y se puso de moda el botellón. Antes había muchas discotecas y ahora no hay ninguna. 

Impedir la música en los bares tampoco ha ayudado mucho. ¿Se va a arreglar esa situación?
La tendencia hoy es que un bar te dé el desayuno, luego las tapas a mediodía y por la noche unas copas. Pero la ley dice que el negocio que es cafetería es cafetería, el que es restaurante, restaurante, y el que es pub, pub. Pero no tres en uno. Las licencias no son las mismas. Según eso, sólo los pub pueden tener equipo de música. Con la nueva ley de la Junta se solucione bastante, ahora falta que el Ayuntamiento se adecue a esa nueva ley, que entrará en funcionamiento a partir de finales de noviembre. Hay muchos puestos de trabajo en riesgo y muchas inversiones que se han parado a la espera de esa nueva ley.

Tienen ustedes la mente puesta en ese 2021. ¿Qué esperan?
Creemos que va a ser un antes y un después, como lo fue la Capital Gastronómica hace cinco años. Ahí se notó mucho el cambio. Desde entonces, el turismo ha aumentado. Creo que el 2021 va a ser mucho más. Le va a dar tres vueltas.

¿Y aspirar de nuevo a ser Capital Europea de la Cultural en 2031?
Hace poco lo estuve hablando con una persona relacionada con la promoción turística. Y la conclusión es la misma que decía antes: para tener opciones tenemos que hacer un plan a largo plazo. Sí, el otro día estuvieron Italia. ¿Y bien? Hay que ponerse a trabajar. Nosotros somos Ciudad Creativa de la Gastronomía según la Unesco. ¿Y qué hacemos? Se supone que tendría que haber un proyecto para cada año. Y no veo que lo haya.

Han anunciado cuatro eventos para el año que viene. ¿Esperan que tenga una buena acogida?
Sí. Vamos a potenciar San Lesmes; haremos un Festival Gastronómico a celebrar en tres semanas de marzo englobando la cultura, la industria agroalimentaria y el comercio; un festival musical en julio que será un estandarte -para el que necesitaremos mucho presupuesto-; por último, un encuentro de la provincia en Burgos a través del arte.

¿De las comunicaciones hablamos? Porque seguimos esperando el AVE...
Las infraestructuras son esenciales y en fin... Tenemos un aeropuerto que no funciona, pero es que no tenemos ni un tren directo desde Madrid y aún no ha llegado el AVE. Para los congresos es algo vital. Por culpa de eso somos menos competitivos que otras ciudades del entorno.