Como «una de las formas más sangrante de violencia contra las mujeres» define la prostitución la Plataforma por la Abolición de la Prostitución creada en septiembre por cinco colectivos de la ciudad:  Sinergia Feminista, Colectivo 8 de Marzo, Iniciativa Feminista, La Rueda e Hypatia, que se proponen hacer divulgación y que las instituciones se impliquen en una lucha en la que hasta ahora, opinan, «se están poniendo de perfil». Entre otros objetivos, pretenden que desde el Ayuntamiento haya una declaración de Burgos como ciudad abolicionista, como ha ocurrido en otros puntos del país como Pamplona. «Nos parecía que era vital y urgente dar un paso al frente y trabajar de una manera decidida por la abolición de la prostitución, que no por la prohibición», afirma Laura Pérez, presidenta de La Rueda y, en esta ocasión, portavoz de la Plataforma.

Es posible que mucha gente no conozca al detalle qué diferencias hay entre el abolicionismo de la prostitución que promueve esta Plataforma y los modelos prohibicionistas y regulacionistas que existen en otros países. «El prohibicionismo, que nos lo encontramos, por ejemplo, en Estados Unidos, criminaliza a las mujeres que ejercen la prostitución, multándolas y encarcelándolas, precisamente porque es una actividad  prohibida y la conducta sancionable siempre es la que ejercen las mujeres. En el regulacionismo, existente en Holanda, las mujeres pueden ejercer la prostitución legalmente, es decir, se considera un trabajo la utilización del cuerpo de las mujeres pero hay que decir que en los países regulacionistas hay un aumento de trata con fines de explotación sexual», explica Pérez.

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