La historia del ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos, del ‘Directo’, es sinónimo de olvido. De unos años a esta parte lleva padeciendo el olvido institucional, ya que esta línea ha sido abandonada, desahuciada, casi exterminada por las administraciones en un caso tan sangrante para Burgos que constituye una de las más vergonzosas afrentas sufridas por esta tierra en las últimas décadas. Pero también tiene otro olvido en su ADN, en ese que está en el origen de todo. En el inicio de la construcción del ferrocarril que trajo el progreso a tierras castellanas a finales de la década de los sesenta del siglo XX. Por fortuna, hay quienes, hoy, exhuman historias que son el envés terrible de, en este caso, una infraestructura que cambió el presente de la meseta castellana, por más que luego fuese castigada sin compasión.

Es el caso de Alberto Pascual, guionista y director de Estos muros, documental que narra la historia de la construcción de un tramo de esta línea en tierras madrileñas por presos republicanos esclavizados. El trabajo está rodado y prácticamente montado, y hay abierta una invitación a cofinanciar el proyecto (los interesados pueden ampliar información en este enlace). La idea de esta película le surgió a su creador a partir de recuerdos de infancia y juventud. "En este documental narro los descubrimientos y la perplejidad que ha provocado en mí la investigación iniciada para conocer la historia escondida tras las ruinas adyacentes a un puente ferroviario, donde jugábamos en los años 70. Tan solo un poema anónimo en uno de los muros alertaba de lo ocurrido allí. Con la ayuda de algunos de los que conocieron aquella escritura reconstruimos los versos del poema, y especialistas en historia, arqueología, psiquiatría, … nos dibujan el contexto y el relato de lo que pasó en ese espacio", explica el cineasta.

Las ruinas de las que habla son los restos de un Destacamento Penal construido para quienes construyeron los primeros kilómetros de línea férrea del ‘Directo’. "El edificio original lo construyó la empresa concesionaria de las obras de ese tramo de 19 kilómetros. Allí se confinaron los prisioneros de los vencedores de la Guerra Civil concedidos a esa empresa como mano de obra forzada. Esto ocurrió entre 1942 y 1952. Por toda la línea pasaron más de 6.000 presos y por el Destacamento donde jugábamos 20 años después se calcula que pasaron 2.000 prisioneros. Todo se basaba en un mecanismo llamado Redención de Penas por el Trabajo", subraya Pascual.

"Me mueve el convencimiento de que solo el conocimiento en plenitud de todo lo que nos compone nos permitirá desarrollar nuestro máximo potencial, para poder caminar bajo el cielo de la incertidumbre, abiertos a la vida, lejos del miedo. Va dirigido a todo el mundo interesado en conocer todos los relatos de lo que ocurrió y en especial al conocimiento de nuestro pasado por parte de los jóvenes. Quiero traer de la sombra a la conciencia la parte del discurso histórico suprimido. Rescatar del olvido la vida, el esfuerzo y el dolor de las personas que pasaron por este tipo de situaciones y homenajear a las mas de 6.000 personas que pasaron por las obras del ‘Directo’".