La simple llamada del director de una oficina bancaria -o de un empleado- a la Policía Nacional o a los familiares del supuesto incauto podría evitar más de una estafa de las que han sido víctimas en los últimos días vecinos de esta ciudad. Personas mayores quienes han acudido a su entidad a retirar una elevada cantidad de efectivo para entregársela a unos sujetos que les prometían mucho más si se quedaban con un boleto de lotería presuntamente premiado. Vamos, que cayeron en el timo del tocomocho. La Comisaría ha enviado en ocasiones a las sucursales una circular para advertirles de que estén atentas a movimientos inusuales o sospechosos de sus clientes, pero en los próximos días se reunirá con los responsables de las entidades de Burgos para mejorar la prevención de este tipo de delitos.
Las víctimas son generalmente personas mayores que acuden a retirar importes de dinero anormales para lo que es su costumbre, por lo que una llamada de aviso del empleado a sus parientes o a la propia Policía podría evitar la estafa e incluso contribuir a detener a los delincuentes.

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