Absueltos 2 hermanos acusados de un secuestro a mano armada

F.L.D.
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El juez no da credibilidad al testimonio del denunciante y recuerda que dio varias versiones durante el proceso. El abogado de los procesados denuncia que estuvieron 15 días en prisión

El juicio se celebró en la Audiencia Provincial de Burgos.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial ha absuelto a dos hermanos que habían sido acusados de haber secuestrado a un conocido, al que supuestamente habían amenazado con una pistola de fogueo para que les condujese al paradero de una persona por un asunto de drogas. El juez considera probado que los implicados estuvieron juntos en varios bares de la ciudad, pero de los diversos testimonios no encuentra razones para condenar a los procesados.

Según el relato de la Fiscalía, basado en la declaración del denunciante, el 29 de mayo de 2017 uno de los acusados, R.G.M., quedó con él y otra persona en Cortes, donde estuvieron en varios bares. Posteriormente, los tres se fueron a Villafría a otro establecimiento hostelero, donde permanecieron un rato. En un momento dado, uno de ellos se marchó precipitadamente y el procesado se quedó con el que a la postre se terminaría convirtiendo en la supuesta víctima del secuestro. 

La sentencia recoge que en una primera declaración en Comisaría el denunciante señaló que el origen del problema se debió a un asunto de drogas. El acusado con el que se quedó en el bar de Villafría echó en falta una piedra de hachís y comenzó a ponerse nervioso. Tal y como se había producido la escena, sospechó del tipo que segundos antes se había marchado de allí sin previo aviso. La situación, siempre según su primera versión, se complicó hasta el punto de que R.G.M. sacó del bolsillo de atrás del pantalón un revólver detonador con el que apuntó a su acompañante, que no tenía ni la menor idea de que aquel arma era de fogueo, y le amenazó con matarle si no encontraban al que, supuestamente, se había fugado con la droga. Seguidamente llamó a su hermano, J.J.G.M., y se fueron los tres en su busca hasta Eladio Perlado. En el trayecto, consiguió llamar a su madre y su hermana informando del secuestro. La Policía les detuvo a los pocos minutos. 

El juez considera probado que los tres coincidieron en el bar de Villafría y que fueron en el coche de J.J.G.M. hasta Eladio Perlado. En el camino, prosigue, el denunciante se percató de que R.G.M. llevaba un revólver simulado en la parte trasera del pantalón, pero no encuentra evidencias de que lo hubiese utilizado para amenazarle y retenerle contra su voluntad. No ve tampoco motivos que los acusados «pudieran tener para llevar a cabo dicha acción». 

Es más, el magistrado ponente recuerda que durante la declaración de las partes en la vista oral no dieron siquiera una razón «medianamente convincente» del motivo por el que viajaron desde el barrio periférico hasta Burgos en el mismo coche. La supuesta víctima, que en un principio alegó un asunto de drogas, lo negó ante el tribunal y culpó a los policías de haberle presionado. De su testimonio, añade, «no se aprecia suficiente verosimilitud». Por su parte, los procesados aseguraron que fue para hacerle un favor. 

Asimismo, la sentencia advierte de que «la realidad del secuestro o detención se compagina mal con el hecho de que gozase de libertad para realizar las llamadas telefónicas sin que se dieran cuenta los acusados, al tiempo que tomaba una consumición en Eladio Perlado». El abogado de los dos hermanos, Fernando Vecino, denuncia que uno de ellos estuvo 15 días en prisión y que desde que ocurrieron los hechos hasta hoy les requisaron el coche.