Aunque las denuncias por burlar el estado de alarma para coger perrochicos van a sucederse en los próximos días, puesto que algunos no pueden resistir la tentación o insisten en vulnerar las normas, no constituyen el grueso del trabajo para quienes velan por los montes durante el confinamiento. Las cortas de madera y aprovechamientos ilícitos forestales, así como el depósito de todo tipo de residuos cuadruplican a las actuaciones contra los recolectores ilegales de setas, según los datos facilitados por el Servicio Territorial de Medio Ambiente.

Desde el 14 de marzo y hasta el viernes pasado, a la Delegación Territorial de la Junta han llegado 54 denuncias, en su mayoría firmadas por agentes y celadores medioambientales, aunque también hay otras 7 formuladas por el Seprona de la Guardia Civil y agentes del cuerpo destinados en otras unidades. En muchos de los casos, sobre una misma persona recaen dos, una por incumplimiento de la prohibición de deambulación y libre circulación sin causa justificada en estado de alarma y otra por la infracción propiamente dicha, que sería la misma antes del 14 de marzo, Ese es, por ejemplo, el caso de los seteros sorprendidos en Santo Domingo de Silos, La Nuez de Arriba y Santa Cruz del Tozo en días pasados.

También hay quien ha intentado aprovechar la confusión de estas semanas para deshacerse de escombros de la construcción (Villanueva de Mena), de un vehículo (Loma de Montija y Fuentespina) u otros residuos (Villatoro, Huerta de Rey y Valdelateja).

En Salas de Bureba fue denunciado un agricultor que prendió fuego a unos restos sin dar aviso a l 1-1-2 y en Villarcayo otro por incumplir los requisitos necesarios para la quema. Asimismo, hay quien se ha dedicado a realizar cortas abusivas -a matarrasa- de encina y sabina (La Vid yBarrios), a destruir arboledas o roturar a su antojo cañadas (Campolara) y terrenos forestales (Valle de Oca).

El Servicio Territorial de Medio Ambiente ha redoblado en estas semanas su trabajo de vigilancia para evitar que los furtivos se adueñen de un monte que ahora no se puede disfrutar y además colaborar con las labores de limpieza y desinfección y otros cometidos requeridos desde la Delegación Territorial.

Se recuerda, asimismo, que la pesca y la caza están suspendidas durante el estado de alarma, aunque se hayan topado también con alguno con la caña en el agua (Ledanías), dispuesto para la practica cinegética (Burgos) o escondiendo dos cuernas de ciervo (Briviesca).