Una musa llamada San Pedro de Arlanza

A.S.R.
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La Orquesta Sinfónica de Castilla y León estrena el 14 y 15 de noviembre en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid una obra de Nuño Fernández Ezquerra inspirada por el monasterio burgalés

Nuño Fernández Ezquerra ha presentado sus creaciones en festivales de Finlandia, Noruega, Italia y España. - Foto: Luis López Araico

Lo que la música ha unido... Nuño Fernández Ezquerra ganó hace un año el Concurso Nacional deComposición de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Oscyl) con Figura de luz indómita, interpretada por primera vez el pasado 12 de enero. Fue el inicio de una historia que mantiene el pálpito y continúa con el estreno de una segunda obra del autor burgalés: Evocación del Monasterio de San Pedro de Arlanza. La alfombra roja volverá a extenderse el 14 y 15 de noviembre en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid.

Esta creación es una de las partes del tríptico Paisajes de Castilla y León, un encargo de la propia Oscyl que se completa con las propuestas del manchego Román González Escalera y el cántabro Israel López Estelche, también ganadores de ese certamen puesto en marcha en busca de nuevos talentos.

La única premisa era crear una pieza inspirada en un paisaje de la Comunidad. Y Fernández Ezquerra, nacido en Segovia pero con toda la familia burgalesa, puso su mirada en San Pedro de Arlanza.
¿Por qué? El autor, que actualmente reside en Helsinki (Finlandia), apunta varios motivos. «Es una figura muy importante dentro del recorrido histórico que ha tenido Castilla como reino. Supuestamente estuvo enterrado Fernán González, y su mujer, y entre sus muros se escribió el poema que lo ensalza hasta la categoría de mito fundacional de lo que luego sería Castilla», arranca la exposición sin olvidar la imponente estética de este cenobio que ahora mismo vive un proceso de restauración a punto de culminarse.

«Su historia y sus ruinas me parecían una alegoría del devenir de Castilla.El monasterio fue un lugar importante que, tras la desamortización de Mendizábal, fue despojado de toda su riqueza artística y Castilla fue un reino esencial para entender el desarrollo de la península ibérica y, poco a poco, ha ido perdiendo esa importancia clave», observa.

Estas razones se confabularon para convertir este patrimonio burgalés en una musa que alienta Evocación del Monasterio de San Pedro de Arlanza.

Tiempo, memoria y ruina son las tres palabras clave que bailan en el pentagrama de esta composición «en la que el timbre y los colores orquestales tienen, como en todas mis obras, una importancia capital».
Fernández Ezquerra habla del agua del río Arlanza como metáfora del paso del tiempo, que, como el líquido elemento, no deja de discurrir, pero nunca es el mismo; de la memoria que lleva al monasterio a clamar por su recuerdo, a resistirse al olvido, que tira del gregoriano y del verso litúrgico De profundis clamavi ad te, Domine (Desde lo más profundo, te llamo, Señor); y de la imagen de muros y pilares desmoronados se vale para advertir que «más importante que la presencia es la ausencia» y cómo el silencio se apoderará del espacio sonoro hasta enmudecer del todo.
Andrew Gourlay dirigirá a la Oscyl en la interpretación de Paisajes de Castilla y León. Este tríptico abrirá un programa que se completará con Concierto para violín nº 1, op. 35, de Szymanowski; Mahashakti, de Tavener; y Suite escrita, op. 20, de Prokófiev.

Si esta pieza sonará o no en el escenario que la inspira, o en uno cercano como la capital burgalesa, es un misterio. «Sería precioso llevar allí la obra, pero esto es algo que, por desgracia, no depende de mí. ¡Ojalá! A mí me parecería ideal, una idea fantástica», suelta el autor, para quien la Oscyl está resultando el principal vínculo creativo con su tierra, a la que no pierde de vista a pesar de vivir en la capital finesa desde 2015, cuando se trasladó para completar en la Sibelius Academy de Helsinki el máster de composición iniciado en la Escuela Superior de Música de Cataluña.

La misión que le llevó al norte de Europa ha concluido, pero él continúa allí y su música empieza a caldear su dura climatología. El grupo Zagros Ensemble acaba de estrenar Offsprings of wrath, premiada en el Concurso Jóvenes Compositores 2014 de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), en el Centro de música de Helsinki (Musiikkitalo). La capital finesa también enmarcará la presentación de su próxima creación: un cuarteto de saxofones.

Paso a paso, avanza en su sueño de dedicarse a la composición, que ya le ha llevado a festivales de Finlandia, Noruega, Italia y España y a ser reconocido en concursos de Italia y de Barcelona y Valencia.