En tiempos de crisis económica, con cientos de empresas con el agua al cuello y otras que han tenido que echar la persiana, la valentía delGrupoCropu a la hora de invertir 7 millones de euros en una nueva fábrica con la que ampliar su actividad es todo un rayo de esperanza.Máxime cuando nos referimos a una compañía dedicada a la fabricación de componentes para la automoción, un sector en horas bajas y que se enfrenta a una profunda transformación durante los próximos años. Sea como fuere,  la dirección de GrupoCropu ha decidido continuar con el proyecto para transformar unas antiguas naves de la compañía, en pleno polígono de Villalonquéjar, en una nueva planta que dará empleo a alrededor de 40 personas.

La inversión se ejecuta dentro del plan estratégico que la firma ha lanzado para el periodo 2021-2025. Las nuevas instalaciones se sitúan en una parcela de 15.000 metros cuadrados de los cuales 9.200 están ya construidos, ocupando una superficie inicialmente de 3.000 m2.Estos se quedaron sin actividad en 2009 y en ellos GrupoCropu fabricará piezas con fuerte componente tecnológico que formarán parte de los sistemas avanzados de asistencia al conductor.Los denominados ADAS son elementos presentes en los vehículos actuales como el botón de Start-Stop, el autoguiado por carril, el radar que permite establecer velocidad de crucero con respecto al automóvil de delante o los sensores de aparcamiento o cámaras.Estos son algunos de los ejemplos del amplio abanico que están en el mercado, aunque en el caso de la nueva fábrica de Cropu se elaborará la parte mecánica que soporta a esos sistemas.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)