«Ascender con el Burgos tiene que ser algo indescriptible»

ROBERTO MENA
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ENTREVISTA | Tras lograr el ascenso a Segunda con Ponferradina y Logroñés, Míchel Zabaco busca repetir el éxito con el equipo burgalés

Zabaco forcejea con De la Nava en el partido del pasado sábado ante Unionistas. - Foto: Valdivielso

Míchel Zabaco es uno de los elementos básicos que componen un Burgos CF que se ha convertido, por méritos propios, en uno de los aspirantes a todo en esta temporada. El burgalés regresó a casa con el ánimo de saborear como blanquinegro las mieles del triunfo que ha degustado como jugador de la Ponferradina o el UD Logroñés -logró el ascenso a Segunda División con ambos clubes-. Es consciente de que el equipo se encuentra en una situación clasificatoria «holgada», aunque avisa de que no pueden descuidarse. El Burgos es «virtualmente» un equipo de play off, aunque el defensor local señala que el objetivo en estos momentos es el de asegurar la primera plaza.

¿Ha llegado el momento de pensar en el play off y hablar de la fase de ascenso sin temor?
Podemos decir que virtualmente estamos en el play off, pero hasta que las matemáticas no los confirmen hay que seguir igual e ir a Vigo a certificarlo este fin de semana. Tenemos que afrontar este choque con las antenas bien enchufadas, porque todos sabemos de lo que es capaz este filial. Lo pudimos comprobar en León. También somos conscientes de que nuestro objetivo es acabar primeros y vamos a luchar por ello.

Manteniendo la fiabilidad que ha mostrado hasta ahora el equipo será complicado que esas metas no se alcancen.
Ser un equipo sólido y fiable es una de nuestras bases. Tenemos las ideas claras, aunque pueda haber partidos peores. Ser regular y mantener una línea es lo que nos ha llevado hasta donde estamos.

La sensación es que el equipo siempre tiene claro qué hacer en cada momento.
Esa seguridad te la van dando los resultados, así como la confianza. Tenemos esas buenas sensaciones, pero hay que seguir alerta. El míster ya nos ha advertido de que las dinámicas cuesta mucho mantenerlas, pero se pueden echar a perder de un plumazo. Pese a que clasificatoriamente estamos hasta holgados, no debe servir para relajarnos porque eso nos puede perjudicar.

¿Qué semejanzas ve con las temporadas en las que logró el ascenso con Ponferradina y UD Logroñés?
La principal es esa solidez y ser un equipo fiable. También es importante atravesar todos juntos los momentos malos. Hay que saber que nos tocará sufrir durante algunos de los partidos, pero hay que saber aguantar, porque nuestras oportunidades llegarán y con la calidad que tenemos arriba es muy probable que acaben en gol.

¿Saborear un ascenso en casa sería especial?
Está claro que sí. El de Ponferrada fue especial porque fue el primero y las eliminatorias fueron muy bonitas porque siempre acabaron en nuestro estadio. El del año pasado fue diferente porque se disputó sin público y en sede única. Ascender con el equipo de casa tiene que ser una sensación indescriptible que intentaré vivir. No se podrá conseguir en el formato que me gustaría, con público y con eliminatorias de ida y vuelta, pero tenemos que dar gracias que por lo menos podemos estar jugando durante la pandemia.

Las circunstancias que rodean la temporada no son las mejores, pero ¿está disfrutando?
Estoy disfrutando muchísimo. Es una de las mejores temporadas de mi carrera tanto en lo deportivo como con respecto al vestuario. Tenemos un grupo unido, que está junto en lo bueno y en lo malo. Esa es la base de nuestra pirámide.

El equipo acumula 5 partidos sin encajar, ¿la solidez es imprescindible si se mira a objetivos ambiciosos?
Cualquier equipo que quiera ascender tiene que tener esta característica y se está viendo también en el Badajoz o en el Ibiza, por ejemplo. Los puntos débiles ahora quedan expuestos por todas las imágenes que hay de cada partido y todos los rivales los intentan aprovechar. Nuestro objetivo es minimizarlos y creo que lo estamos haciendo bien.

¿El partido ante el Celta B será un importante examen para la fiabilidad defensiva?
Puede ser el mejor rival en el terreno ofensivo al que nos hemos enfrentado esta temporada. Tiene mucho potencial arriba, con laterales ofensivos... Va a ser una buen piedra de toque para nosotros y servirá de cara al play off. Nos puede enseñar el camino de cómo hincar el diente a este tipo de equipos que nos podemos encontrar en las eliminatorias.

¿La experiencia será un grado en partidos de tanta tensión como los play off?
Tenemos una gran mezcla de experiencia y juventud y eso siempre es bueno. Ese hambre que tienen los jóvenes siempre viene bien. A medida que pasan los años te das cuenta de lo valioso que es un ascenso o jugar un play off tanto para el jugador, para el club o para la ciudad. Es cierto que la veteranía en estos casos es un grado porque ya sabes a lo que te vas a enfrentar y tienes una idea de por dónde puede ir el partido.

¿Ya hay ganas de que lleguen esos partidos a cara o cruz en los que habrá tanto en juego?
La primera recompensa que estamos buscando es la de acabar líderes, que eso sería también importante para nosotros. Los del play off son los partidos que a todos nos gustan, los que motivan y vamos a ver cómo los encaramos.

¿La piña que existe en el vestuario es la que os ha ayudado a pasar los momentos delicados?
Existe una gran piña entre los jugadores, el cuerpo técnico y la dirección deportiva. Vamos todos a una. Sabemos cuáles son los objetivos y, pese a que pueda haber cierta incertidumbre, nosotros nos dedicamos a lo que se nos da bien, que es a jugar y entrenar. Tratamos de aislarnos de todo el ‘run run’ que hay por ahí. No nos desgastamos con cosas en las que poco o nada podemos hacer. Meternos en temas que no nos competen no va a aportar nada bueno, por lo que tratamos de aislarnos y estamos a lo nuestro.