Sin duda una lección de honestidad la que ayer protagonizó Guido Vázquez, un argentino asentado en Burgos desde el año 2001. Encontró el viernes por la tarde una cartera con mil euros en Cash Unide, la mayorista de alimentación, y no paró hasta que ayer encontró a su dueño, Luciano Díez, un comerciante que regenta una tienda en la calle Nuestra Señora de Belén.

Hasta este final feliz hubo nervios por las dos partes e infinidad de llamadas hasta dar con el propietario. Luciano Díez acudió al mercado mayorista a comprar diferente mercancía para su colmado. Llevaba el dinero en una cartera pero cuando fue a pagar decidió hacerlo con la tarjeta. En ese momento le llamaron por teléfono, recogió lo que había comprado y se marchó sin percatarse de que se había dejado la cartera sobre una de las baldas. Cuando llegó a su tienda descargó y se dio cuenta del despiste.

Llamó inmediatamente al Cash Unide a ver si alguien la había encontrado pero le dijeron que no. El sábado se fue hasta allí personalmente para hablar con el encargado pero no hubo suerte y ayer por la mañana volvió de nuevo con el mismo resultado. Lo que no sabía Luciano Díez es que Guido Vázquez, que el viernes había acudido también a comprar allí, encontró su cartera. En el mercado le dijeron que la dejara allí pero decidió no hacerlo por temor a que alguien se quedara con el dinero. El sábado volvió y pidió que comprobaran los tiques de compra de los comerciantes que habían acudido el viernes por la tarde. Buscando, dieron con el dueño del dinero.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)