La Avícola solicita el concurso y presenta un ERTE

L.M.
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El comité de empresa de Cobur no está de acuerdo con las condiciones que le plantea la dirección y no ha firmado el expediente de regulación temporal de empleo para el 75% de la plantilla, efectivo todo el 2020

La Cooperativa Avícola tiene su sede en el polígono del Monte de la Abadesa. - Foto: Luis López Araico

La nueva dirección de la Cooperativa Avícola, que ha sustituido desde hace ya varias semanas a la que tomó las riendas de Cobur a finales del año pasado, presentó ayer ante la Oficina Territorial de Trabajo un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta al 75% de su plantilla, que viene a ser cerca de 60 personas. Con una duración de 100 días, la suspensión de los contratos se prolongará hasta al menos el próximo 31 de diciembre.

Fuentes del comité de empresa aseguran a este periódico que desde las 14 horas de este lunes los trabajadores comenzaron a recibir las notificaciones del ERTE. A todo ello se suma que la Cooperativa ya ha requerido su entrada voluntaria en concurso de acreedores, tras iniciar el proceso tres meses atrás. La notificación ya se ha enviado al Juzgado de lo Mercantil de la capital, y están a la espera de que se designe a un administrador para que dirima cómo saldar las deudas pendientes con los proveedores o el futuro a corto y medio plazo de las instalaciones.

El pasado viernes se celebró la última reunión entre los representantes sindicales y la dirección, que se cerró sin acuerdo alguno. En ella, según explican las mismas fuentes, la gerencia trasladó una última oferta con sus condiciones, que se basaba en un complemento al expediente de regulación temporal de empleo de hasta el 75% de las vacaciones que afectase el citado ERTE.

Esta propuesta, que en un primer momento renegaron desde el comité al considerar que «se trata de una medida que no busca paliar los efectos o tratar de ayudar a la gente, ya que no suponía casi nada económicamente hablando», fue igualmente rechazada por la plantilla a lo largo del fin de semana «por abrumadora mayoría». Es por ello que no firmaron el documento, a la espera de que la propia Cooperativa decidiera darse una última oportunidad para llegar a un acuerdo, que finalmente fue rehusada, ya que lo presentaron ante la autoridad laboral ayer a media mañana.

De este modo, el ERTE ha comenzado a aplicarse desde hoy mismo, y solo se 'salvan' del mismo el 25% de los trabajadores. Principalmente se trata del personal de las categorías más altas dentro del organigrama, principalmente responsables o jefes de departamento, y que rondan los 14 trabajadores, amén de empleados con incapacidad temporal o jubilados parciales. Estos mismos serán los que a partir de este martes comenzarán a organizar el futuro a corto plazo de Cobur en relación a los pedidos que tengan en cada situación. «Llamarían o rescatarían del ERTE a los empleados que hagan falta en cada momento puntual», explican fuentes de UGT.

En ‘standby’. Así quedará la Cooperativa Avícola en un momento en el que la inmensa mayoría de las industrias agroalimentarias se encuentran facturando como pocas veces ante la demanda en los supermercados. El principal escollo que se han encontrado en la nueva gerencia es la falta de operatividad del matadero y la sala de despiece, que llevan cerradas desde principios de año. A ello se suma que los socios, según esas mismas fuentes, viendo el panorama venidero entre enero y marzo, cerraron contratos de integración -acuerdos de colaboración y provisión- con otras empresas como Uvesa u Oblanca para salvar sus cuentas «a costa de que Cobur se quedaba prácticamente sin actividad alguna». Este hecho se produjo durante la primera parte del trimestre, ya que nadie podía imaginar la situación actual ni el incremento de demanda de alimentos.

En abril de 2018 anunció el despido de 30 personas y el cierre del matadero, que llegó un mes después. Los trabajadores, tras no llegar a ningún acuerdo con la empresa, fueron a la huelga, que se cerró con el acuerdo de la recolocación de 6 empleados y la salida de una veintena. Comisiones Obreras se negó a firmar el expediente que significó la extinción de los contratos hace más de un año y posteriormente presentó hasta 6 denuncias ante la autoridad laboral por diversas infracciones, la última por cesión de trabajadores tras la reapertura de las instalaciones del Monte de la Abadesa.

En noviembre de ese mismo año se anunciaba que Randstad tenía la intención de reabrir el matadero -hasta la fecha los cerca de 30.000 pollos que se sacrificaban a diario en las instalaciones burgalesas llegaban en camión desde Cuéllar- aunque con unas condiciones laborales un 50% inferiores a las de los anteriores trabajadores. En ese momento, el sindicato Comisiones Obreras anunció su intención de denunciar la Avícola al entender que se podría estar utilizando a una «empresa pantalla» como Randstad para poder realizar la misma actividad con unos salarios netamente inferiores. En julio del año pasado, la Inspección de Trabajo se pronunció y dio la razón a CCOO.

Por otro lado, la Cooperativa Avícola cerró en agosto dos de los establecimientos que tenía abiertos en la capital, bajo la marca La Despensa. Las tiendas afectadas fueron las ubicadas en el número 4 de la calle Francisco Grandmontagne, en Gamonal, por el «elevado» coste del alquiler del local de grandes dimensiones y su escaso rendimiento y en el 2 de Siervas de Jesús, en la zona de la Cellophane, por la «potente competencia» del Mercadona próximo y la falta aún de viviendas (y vecinos) en el entorno, explican fuentes de la empresa. La última, después de estas dos, fue la situada en la avenida Reyes Católicos, 40, tras comprobar Cobur «que no estaba funcionando».