Un retén contra incendios a 78 kilómetros de la Ribera

I.M.L.
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Los sindicatos y agrupaciones profesionales avisan de que la torre de vigilancia de La Calabaza solo está operativa la mitad del tiempo por falta de personal

Un retén contra incendios a 78 kilómetros de la Ribera

En pleno apogeo del verano, con los termómetros echando humo y los pluviómetros sin registros reseñables, la comarca ribereña, al igual que toda la comunidad, está en plena declaración de alarma por incendios, que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha ampliado hasta pasado mañana ante el recrudecimiento de la situación meteorológica. Una situación que fija unas medidas extraordinarias para evitar que se provoquen incendios por trabajos en el campo y otros usos, pero que no conlleva un aumento de medios, ni humanos ni materiales, en previsión de posibles avisos. 

Así desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León (Apamcyl) han dado la voz de alarma ante la repetición de un escenario que se viene registrando en las últimas campañas, denunciando que el retén contra incendios del que dispone la Junta para el sur de la provincia de Burgos se encuentra a una distancia de cerca de 80 kilómetros de la capital ribereña. «Deben estar trabajando ahora en Peral de Arlanza, alguna tarde le hemos movilizado y cuando está de camino, una hora después, les decimos que se den la vuelta porque ya no hace falta que vengan», se lamenta su presidente Esaú Escolar, que recuerda que este personal y el camión autobomba que tiene base en Huerta de Rey está para cubrir la Ribera del Duero y la comarca de Arlanza. «Un retén de incendios es necesario en una comarca como esta, que tiene más terreno forestal que la de Lerma, pero le tienes allí podando choperas. Tendría que haber dos, uno allí y otro aquí», reclama. 

Esta situación provoca que, ante un aviso, el equipo de extinción de incendios puede tardar más de 45 minutos en llegar para hacer frente a las llamas, eso si no tiene que acudir a alguna localidad más al sur de la provincia. «La comarca de la Ribera está totalmente abandonada en lo que a medios de extinción se refiere», denuncia Escolar, que recuerda que esta situación no es nueva. «Están jugando a la ruleta rusa, llevamos 20 años con este tema, y se escudan en que están los bomberos de Aranda, pero ellos no tienen medios para enfrentarse a un gran incendio», asegura el presidente de Apamcyl, que insiste que la labor de los bomberos de la capital ribereña no es la de sofocar incendios en terreno forestal. «Al camión de Huerta, le llamaron para el incendio de cereal en Milagros, porque los bomberos de Aranda hacen el primer control y se marchan al parque, como es normal, porque ellos no tienen porqué ir a apagar un incendio forestal porque no es su competencia, pero imagínate cuándo llegaron», lamenta el presidente de Apamcyl.

A esta falta de medios personales y materiales, esta temporada de riesgo de incendios se suma que la torre de vigilancia ubicada en el monte de La Calabaza está funcionando a medio gas, ya que de los dos vigilantes que tendría que haber para cubrir todos los turnos, solo hay uno ya que el segundo está liberado en funciones sindicales, lo que provoca que durante buena parte del día nadie vele para detectar lo antes posible los focos de incendios, dejando en manos de que sean los ciudadanos los que avisen al teléfono de emergencias 112, con lo que esta medida supone de retraso a la hora de activar los efectivos precisos para poner coto a las llamas a la mayor brevedad posible.

Una situación que empeora la labor de prevención y extinción de incendios forestales en la comarca de Aranda, donde se hace patente estos días el peligro máximo de incendios en una zona tan sensible como es la Ribera, con un índice de humedad ambiental muy favorable para que se provoquen focos fortuitos y se propaguen de manera rápida e incontrolable.