El 'brexit' de trabajadores también amenaza a Burgos

G. ARCE
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Uno de cada diez empleos en la provincia es desempeñado por un inmigrante. Su peso laboral crece en la medida en la que envejece la población y es imposible cubrir la demanda de puestos

El ‘brexit’ de trabajadores también amenaza a Burgos - Foto: Patricia González

La grave crisis de desabastecimiento que padece estos días el Reino Unido, donde escasean los combustibles y los alimentos, entre otros bienes de consumo básico, ha puesto en evidencia la importancia vital en nuestras sociedades contemporáneas de los trabajadores inmigrantes, del buen funcionamiento y la agilidad de un mercado laboral global. El país del Brexit ha cifrado en 2 millones el número de puestos de trabajo que necesita cubrir urgentemente, cifra que le será imposible alcanzar por las restricciones migratorias que se ha autoimpuesto tras su salida de la Unión Europea.

Burgos, lógicamente, no vive esta situación, pero su economía, en la medida en la que envejece y desaparece población y mano de obra, depende cada vez más de aquellos ciudadanos no solo procedentes de los vecinos de la Unión Europea sino del resto de destinos internacionales.

Hoy, 1 de cada 10 puestos de trabajo en la provincia es asumido por un extranjero, algo que no ocurría hace una década, cuando empezó a cuajar el fenómeno de la inmigración. No hemos cerrado fronteras como los británicos, pero en los últimos meses es más que notoria y alarmante la falta de mano de obra en sectores básicos como la sanidad (médicos y enfermeras), el transporte (chóferes de camiones), la construcción (oficiales y albañiles), el cuidado de las personas dependientes, las labores del campo...

En la provincia hay censados 29.038 extranjeros, en los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, de enero de 2021. Representan el 8,19% de los 354.478 habitantes de Burgos. Se trata de una cifra baja, a buen seguro, influenciada por la pandemia, por el cierre de las fronteras internacionales y por el parón económico vivido durante los últimos 18 meses.

Casi la mitad de los nuevos residentes en Burgos (el 45,5%) proceden del extranjero, aunque su número aún no es suficiente -ni de lejos- para tornar en positivo el crecimiento poblacional y garantizar repuestos estables en el mercado laboral.

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