El (nuevo) pan de cada día

L.M.
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La Asociación de Panaderos celebra la nueva norma de calidad que entró en vigor el lunes, y que pone atención en elproceso de elaboración o los ingredientes. Los comercios admiten que los consumidores están cambiando sus hábitos

El (nuevo) pan de cada día - Foto: Alberto Rodrigo

La simple acción de ir cada mañana o mediodía a comprar el pan para comer está siendo, desde el lunes, de todo menos algo corriente, a lo que llevamos acostumbrados toda la vida. El pasado 1 de julio entró en vigor la conocida popularmente como ‘Ley del Pan’, un RealDecreto que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya aprobó en abril pero que hasta hace dos días no comenzó a funcionar. La legislación viene a completar la actual, que data del año 1984, y trae numerosas novedades que tanto productores como usuarios están notando -y comentando- desde el primer día.

El presidente de la Asociación de Panaderos de Burgos (Aspanbur), Antonio de las Heras, admite que la ley «normalizará y legalizará parte de la situación del sector y evitará engaños potenciales que se comenten a día de hoy». Se refiere, por ejemplo, al etiquetado de muchos de estos alimentos como elaborado en horno de leña, un factor que puede invitar a comprar un determinado producto por encima de otro, cuando en realidad apenas quedan aparatos de estas características repartidos por la capital y los diferentes municipios que cuentan con horno para elaborar pan a diario.

Una de las novedades más importantes de la nueva regla es la imposición de requisitos más estrictos a la hora de catalogar ciertos productos, como el pan integral (a partir de ahora se exige que deberá estar elaborado con harina cien por cien integral) y se concreta la definición correcta de masa madre (compuesta por harina de trigo u otro cereal, o mezcla de ellas, y agua, con o sin adición de sal, sometida a una fermentación espontánea acidificante cuya función es asegurar la fermentación de la masa del pan).

«Al principio, el comprador va a tener que fiarse de lo que diga el panadero porque los análisis son aún complicados hasta que el Ministerio de Sanidad se ponga con ellos», indica. También se amplía el abanico de productos que verán caer el IVA del 10% actual al superreducido, al 4%, por lo que se abaratará su precio. «Es una ley cuyo inicio es positivo, pero todo es perfeccionable, aunque estoy seguro de que nos va a ayudar», recalca Antonio de las Heras.

calidad. Una de las facetas donde los productores ser verán más beneficiadas es en su ya clásica lucha contra el pan que elaboran y comercializan las grandes superficies o supermercados. El seguro de la calidad de sus artículos frente a los de estos otros establecimientos, que deberán de dejar de etiquetarlos bajo premisas como artesanos o elaborados en horno de leña es un motivo de alegría y justicia para los profesionales del sector. De las Heras admite que siguen registrando unos niveles de ventas muy malos, y que se cifran en caídas de hasta el 20%. «El consumo baja, la población baja y tenemos mucha competencia con las gasolineras y supermercados.El tema económico aún prima, y es entendible, por lo que no notamos ninguna mejoría», lamenta el presidente de Aspanbur, que ve en esta nueva regulación un nuevo intento para tratar de revertir la situación del sector, muy castigado durante los últimos años. Para conocer más al detalle esta ley, la UBU ha organizado una jornada el próximo lunes en la facultad de Económicas.Los interesados pueden apuntarse en info@cetece.org o en el 979 16 53 27.