"Si pasa a las tres de la mañana, aquí hay muertos"

Adrián del Campo
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Los vecinos del bloque de Aranda afectado por el incendio de este jueves repasan daños y comentan lo sucedido. Afirman que todavía hay dos hospitalizados pero fuera de peligro

Uno de los vecinos afectados por el humo muestra cómo ha quedado su piso: lleno de hollín. - Foto: A. del Campo

Los pasillos del número 2 de la plaza Santiago de Aranda de Duero son un ir y venir de gente en la mañana posterior al incendio que calcinó uno de los 36 pisos del inmueble este jueves. El día después las consecuencias del fuego son más que palpables, los techos están negros, los suelos llenos de hollín, el portal abierto de par en par para que el olor a humo, que lo sigue impregnando todo, salga... pero por encima de todo hay una frase que sobrevuela la mente de todos los vecinos: "Menos mal que esto pasó a las nueve de la noche, si pasa a las tres de la mañana, pues aquí hubiera habido muertos". Se escucha en un primer grupo de residentes que conversan en la segunda planta y se repite en un segundo círculo en el primer piso.

Dentro de todos los desperfectos materiales sufridos, en el bloque celebran que no han tenido que lamentar daños humanos. Afirman que de las finalmente cinco personas hospitalizadas por inhalación de humo, todavía dos siguen en el Santos Reyes pero fuera de peligro. Los datos oficiales arrojan un parte final de 14 afectados por el incendio, todos ellos por inhalación. Siete de las personas atendidas fueron dadas de alta en el lugar de los hechos, tras pasar por las ambulancias, y otras siete fueron evacuadas la misma noche del jueves. Cinco, tres mujeres de 39, 62 y 75 años y dos varones de 31 y 68 años, acabaron en el Hospital Santos Reyes y dos, un varón de 14 y una mujer de 90, en el centro de salud de Aranda de Duero.

Los vecinos del bloque ubicado en el barrio de Santa Catalina tenían muy presente el incendio horas después del susto. Varios de ellos regresaban a sus casas tras haber pasado la noche en otros domicilios. Algunos fueron a dormir a Adrada de Haza, otros a Gumiel de Izán... Allí donde tenían familia. Es el caso de Dominica, que durante el incendio solo pensaba: "¡Qué no se quemen mis cuadros! ¡Qué no se que quemen!". Al igual que ella, otros vecinos pudieron descansar lejos del humo. Esa suerte no la tuvo uno de los dirigentes de la comunidad de vecinos, ni la mayoría de residentes, que pasó la noche en su casa mientras todo olía a humo, "la ropa, las habitaciones, el pelo...".

Entre los comentarios de pasillos, entre el ir y venir de personas, ayer se escuchaban comentarios de todo tipo, "yo voy a limpiar la puerta", "yo no puedo estar en mi casa"... En cuanto a la causa del incendio, los residentes confirmaban que se debió a una estufa de gas que "debió prender un colchón". También sospechan que "el piso donde se originó todo ha tenido que quedar completamente quemado". Lo deducen de la imagen de la fachada del primero A, que no tiene ni ventanas y todo el interior se adivina negro. La puerta no deja mejor impresión. Un picaporte calcinado se agolpa junto a varios trozos de techo, pared o suelo. Incluso se ve como la parte superior del pasillo tiene un agujero por el calor de las llamas.

En medio  de especulaciones y conversaciones certeras, un vecino muestra cómo está su casa. Una de las más afectadas. El suelo permanece lleno de hollín y para encontrar el blanco de los azulejos debajo de la negra capa hay que rascar con fuerza. Otra vecina muestra que ella tuvo mejor suerte y el humo no entró en su vivienda. Curiosamente, ella vive en un primero y él en un segundo, pero la distancia al foco del incendio no importó. El humo invadió todo el bloque, desde la planta baja hasta los desvanes.

Intentando dejar atrás los recuerdos de la noche del jueves, esa en la que algunos inquilinos no se enteraron del fuego en un inicio, otros se comunicaban por los balcones para saber qué tenían que hacer y otros recibían llamadas telefónicas advirtiendo del peligro, los propietarios ya trabajan en las soluciones. La comunidad acababa de contratar un seguro por incendios y el piso quemado también tenía póliza propia. Una vez dado parte, los afectados esperan al peritaje. Mientras, los equipos de limpieza ya pisan la zona, los residentes llevan edredones, cortinas o ropa a la tintorería...