Ocurrió el pasado verano. David González acababa de levantarse de la siesta cuando sus padres le dieron la noticia. Parecía un sueño de esos que atraviesan la mente justo antes de recobrar la consciencia, pero no. David estaba muy despierto. La fantasía de todo chaval que juega al fútbol se acababa de convertir en una realidad para él: el Real Madrid había llamado a su puerta.
La vida de este burgalés de tan solo 17 años dio un giro aquella tarde. ¡Quién le iba a decir cuando empezó en la escuela municipal con solo seis años que 10 más tarde le llamaría el equipo más laureado de Europa! «Me quedé flipando», reconoce.
El conjunto merengue llevaba siguiendo varios meses a este mediapunta juvenil con gran visión de juego y olfato goleador. Hacía tiempo ya que su talento no pasaba desapercibido para nadie. A los ocho años, el Burgos CF le reclutó para su equipo benjamín y fue pasando por las categorías inferiores del club blanquinegro hasta que el Numancia se interesó por él. «Cuando acabé mi primer año de cadete, el Numancia contactó conmigo. Tenía entonces 15 años y me costó mucho tomar la decisión de irme de casa», recuerda.
David González posa con el premio a Mejor Jugador en un torneo internacional de Indonesia. - Foto: @davidgb.10En el seno del equipo soriano todavía no lo sabían, pero acababan de acertar de lleno con su fichaje. En su segundo año de cadete cuajó una buena temporada, aunque su explosión llegó una campaña más tarde. Anotó 16 goles y repartió otras tantas asistencias con el juvenil de División de Honor, siendo una pieza clave en la consecución del título de liga. «Era la primera vez que el Numancia lo conquistaba en toda su historia. Es uno de los mejores recuerdos que tengo a nivel deportivo», asegura.
Para entonces, el Real Madrid ya había activado la maquinaria para llevarse a la joven perla burgalesa. Un chaval que había sido capaz de brillar así en su primer año debía estar entre los elegidos. «Ni me lo pensé. ¡Es el Real Madrid!», exclama.
La propuesta blanca le garantizaba tres años en el club, incluido uno de profesional en el Castilla, pero llevaba consigo una renuncia. Debía pasar de jugar en División de Honor, la máxima categoría, a Primera Nacional. «No me importó porque usan un sistema por edades. Si eres de segundo año juegas en el Juvenil B y cuando eres de tercero pasas al A», cuenta David, que llevaba siete goles y varias asistencias antes de que se parara la liga. «Íbamos primeros», añade orgulloso.
Un burgalés entre los elegidos - Foto: @davidgb.10La adaptación a su nuevo equipo y a la vida en ‘La Fábrica’ apenas le costó. Además de ser importante en liga, dejó destellos de su calidad en un torneo internacional que jugó el Real Madrid en Indonesia. Los blancos se hicieron con el título dejando en el camino a algunos equipos de la talla del Inter de Milán o del Arsenal y el mediapunta burgalés fue nombrado ‘Mejor Jugador del Torneo’.
Pese a su buen hacer y estar en una de las mejores canteras del mundo, David González mantiene los pies en el suelo. Es consciente de que en el fútbol nadie te garantiza nada y que una formación académica es fundamental. No obstante, eso no le impide soñar con llegar algún día a poner en pie al Bernabéu.
Encuentro especial. La próxima temporada regresará a División de Honor, la categoría en la que se salió con el Numancia, y se verá las caras con el Burgos CF, el club que le vio crecer. «Tengo amigos allí porque jugué con ellos hace años. Será un partido muy especial», concluye.