«Iremos donde sea para evitar una sangría en Aciturri»

R.C.G.
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Los sindicatos cifran casi en un 100% el seguimiento de la huelga en producción y en un 60% entre el personal de oficina. Anuncian más movilizaciones si la empresa no cede y reduce el número de despidos

La jornada de movilización se desarrolló sin ningún incidente. - Foto: Jesús J. Matías

La plantilla de Aciturri secundó ayer de forma masiva la huelga del sector aeronáutico. El seguimiento rozó el 100% entre los trabajadores de producción y un 60% entre el personal de oficina según las cifras facilitadas por los sindicatos.

Desde primera hora de la mañana se fueron sucediendo protestas a las puertas de los distintos centros de trabajo, incluyendo una visita a Aernnova, ya que dicha firma también atraviesa por problemas similares. Posteriormente la concentración se trasladó al centro de la ciudad, donde se congregaron más de doscientas personas.

El objetivo de la convocatoria a nivel nacional era reclamar la implicación estatal para evitar el hundimiento de un sector considerado estratégico, pero en el ámbito  local la movilización también era una prueba de fuego para demostrar unidad en pleno proceso de negociación de los despidos colectivos. «Iremos dónde sea, no nos van a echar», corearon durante varios minutos los asistentes.

Aciturri pretende eliminar 122 puestos y la plantilla considera que es una medida excesivamente drástica, por lo que a solo una semana de que finalice el plazo para alcanzar un acuerdo, las posturas están muy alejadas. «En estas condiciones no vamos a firmar», advierten los representantes de la plantilla, que no dudan en calificar de «sangría» los planes de la empresa, por lo que preparan más movilizaciones para este fin de semana si no se producen avances en el diálogo con la dirección.Desde que Aciturri anunció su intención de reducir plantilla, los trabajadores ha propuesto diferentes alternativas, que van desde expedientes temporales hasta salidas voluntarias incentivadas, para evitar le pérdida de empleos o al menos minimizar el impacto de una crisis que tiene claro que es circunstancial y no estructural ya que es consecuencia directa de la pandemia.

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