Después de meses de preparación, el Vía Crucis de Villalbilla de Burgos ha vuelto esta noche a brillar en la oscuridad. Lo consiguió el centenar de vecinos implicados en esta representación viviente, a los que se sumaron otros muchos que ayudaron en las tareas de organización. Quedó claro que su pasión está más renovada que nunca, al igual que la recreación en este segundo año de celebración después de que no se realizase los tres anteriores.

Con Gabriel Arribas como Jesucristo, el recorrido nocturno comenzó a las nueve y media de la noche y se prolongó hasta pasadas once. Se mantuvieron los diálogos que se estrenaron hace un año, así como las nuevas escenas incorporadas (el prendimiento y la Última Cena), además de que se continúa renovando el vestuario de los actores, en esta ocasión las capas de los soldados.

La recreación atrajo a centenares de personas a la localidad del alfoz, que pudieron seguir el recorrido con todo detalle gracias a la iluminación y la megafonía.