Es una línea de investigación «novedosa y revolucionaria» que el Cenieh quiere liderar. El hallazgo de proteína en un diente de Homo antecessor, lo que supone la evidencia genética más antigua (de hace 800.000 años), ha abierto un campo de investigación innovador y vanguardista que requiere personal y equipamiento tecnológico específico.

El Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, Cenieh, está preparándose para poder ofrecer al mundo este tipo de metodología y convertirse en referencia. «Es un proyecto en el que queremos planificar e invertir de cara al futuro para que España sea singular y revolucionaria en este campo y pueda tener una posición estratégica», aseguró la directora, María Martinón Torres.

Las claves de esta línea de investigación se las trasladaron ayer al ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, durante la visita que realizó al centro. Con él trataron las posibilidades de acogerse a vías de financiación, dado que, aunque todavía es un proyecto en ciernes, ya están trabajando con su metodología: «En estos momentos tenemos personal en formación en paleoproteínas, que es el germen de un campo de investigación en el que nuestro papel sería de liderazgo», añadió Martinón Torres.

En este sentido Pedro Duque reconoció que el Cenieh «ha sufrido muchos años de poca atención presupuestaria y es obvio que ahora toca revertir la situación». El ministro se refirió para ello al plan de choque de 1.000 millones de compromiso de inversión en dos años: «Creo que se ha demostrado que la ciencia y la innovación está en un destacado nivel entre las prioridades del Gobierno y ese aporte notable es el que queremos darle en los presupuestos para dar impulso a la carrera científica y que ésta  no sirva para salir de otras crisis».

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