Miranda retoma las ferias y esperará por las fiestas

R.C.G.
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En abril se celebrarán la del Libro y las Flores en un formato diferente por el protocolo sanitario. La Concejalía contrata las luces de septiembre aunque no garantiza que haya actos

Las últimas ediciones de la Feria de las Flores, en la Plaza España, fueron un éxito rotundo. - Foto: R.C.G.

La ciudad no ha tenido este mes de marzo la exposición de cabezas de ganado de la Feria del Ángel, una tradición con siglos de historia que solo se ha visto interrumpida por el coronavirus. Aunque la cita estaba antes de la pandemia en declive  porque la ganadería no atraviesa su mejor momento, todavía es una fecha fija en el calendario local, que en los últimos años ha ido sumado más eventos marcados en rojo por los mirandeses. 

Las ferias son una fórmula que ha ganado peso dentro de la estrategia para reactivar el comercio y el Ayuntamiento trabaja para retomar paulatinamente un formato adaptado a las restricciones sanitarias. En abril tendrán lugar la feria de las Flores y la dedicada al libro, que cambiarán su ubicación a la calle La Estación para disponer de un espacio mucho más abierto y evitar así aglomeraciones. No se podrán realizar talleres y están en duda algunas actividades complementarias como las habituales rutas por las librerías, ya que todo apunta a que habrá que limitarse a colocar los stands expositivos. Pero  a pesar de las restricciones «queremos animar a la gente a salir otra vez a la calle y recuperar poco a poco la alegría», asegura Inés Busto, quien tiene claro que la administración local debe ser la primera en dar pasos para reactivar la economía, siempre garantizando el cumplimiento de la normativa. 

De hecho, la edil no renuncia de momento a la celebración de las fiestas patronales aunque no oculta que ve complicado que para septiembre puedan celebrarse eventos masivos. En las circunstancias actuales es complicado planificar a medio plazo, y Busto tiene claro que la actividad de su concejalía debe ir «mes a mes» en función de la evolución de los datos. 

Por si acaso, el Ayuntamiento ha sacado a concurso el pliego para contratar las luces por una cifra que ronda los 60.000 euros anuales, aunque la concejala aclara que eso no significa que las fiestas se vayan a celebrar. «Sea cual sea la situación en septiembre las calles las vamos a decorar, como hicimos en Navidad. Es una medida para animar a la ciudadanía y también al pequeño comercio», explica. 

Desde que asumió la concejalía, Busto ha puesto mucho empeño en dinamizar las ferias y las actividades de calle por la cantidad de asistentes que congregan y el bajo coste que conlleva su organización. A las citas más arraigadas se las ha dado una vuelta de tuerca para intentar que recuperen su esplendor, pero además se han sumado nuevas temáticas hasta completar catorce eventos repartidos a lo largo de todo el año. 

Si las dos experiencias de abril salen bien, en el horizonte aparecen ya otras iniciativas, aunque resulta complicado hacer previsiones a medio plazo.  «La situación sanitaria puede cambiar en cualquier momento y no queremos correr ningún riesgo, pero dentro de las posibilidades creemos que hay que tratar de impulsar las actividades de calle», remarca Busto. 

Más que atraer visitantes, el objetivo de las ferias siempre ha sido fomentar el consumo interno, algo que con la pandemia tendrá aún más relevancia ya que las limitaciones de movilidad entre comunidades impedirá acercarse a los turistas. Aún así, supondrían un impulso para comercio y hostelería.